Por: Eduardo Sánchez
La pequeñita fue arrojada de una altura de 3 metros y aún tenía el cordón umbilical
Uno de los actos más atroces fue perpetrado en la Ciudad de México (CDMX), pues elementos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), rescataron de entre los muros que separaban dos propiedades a una bebita recién nacida.
El reporte fue recibido a través del número de emergencias 911, mediante el cual informaban que entre los muros de una casa, ubicada por la calle Plutarco Elías Calles, en la colonia Santiago Norte, de la alcaldía de Iztacalco, se escuchaba el llanto de una bebita.

Rápidamente, rescatistas se dirigieron al lugar y corroboraron el informe, además de notar que la altura desde la que fue arrojada era de 3 metros, por lo que estudiaron la posibilidad de sustraer a la pequeñita a fin de no lastimarla.
Para ello, tuvieron que romper los muros de la casa; cuando tuvieron a la nenita al alcance, inmediatamente un rescatista la envolvió en una manta térmica.
A primera vista se le apreciaba el cordón umbilical, así como lesiones y bradicardia (bajo ritmo cardiaco), por lo que la llevaron con urgencia a un hospital pediátrico, donde es reportada como grave.
Durante la investigación, se presentó el presunto abuelo de la bebecita, quien explicó que su hija sufrió un aborto el lunes en la tarde-noche; sin embargo, este martes se dio cuenta de lo ocurrido, pero su hija huyó.