Solo, como en los últimos días de su vida, así falleció un jovencito de tan sólo 17 años de edad, quien ingresó al hospital enfermo de tuberculosis, agravada por el Covid-19.
Sin embargo, a la fecha nadie ha reclamado su cuerpo, por lo que, en caso de que ningún familiar se presente, será enviado a la fosa común.
Jorge Román fue menor de edad que falleció en condición de calle, que padecía tuberculosis; su situación se complicó a raíz de haberse contagiado de coronavirus, por lo que vecinos del sector Niños Héroes, en Tampico, Tamaulipas, llamaron a emergencias para que lo ingresaran.
Tenía meses de vivir en la calle y no contaba con el apoyo de su familia; sin embargo, apoyaba a la gente de su rumbo haciendo mandados; en diciembre notaron que su salud desmejoró, por lo que intentaron meterlo a un albergue, pero no quiso.
Dos semanas después, solicitaron ayuda a las autoridades y de una ambulancia, y lo ingresaron al Hospital Carlos Canseco, donde le atendieron por secuelas de la tuberculosis y complicaciones de Covid.
Pero su delicado estado de salud, aunado a una desnutrición severa le pasaron la factura y falleció solo en la cama del nosocomio.
Como nadie se presentó a reclamarlo, su cadáver permanece en las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo), y, en caso de no reclamarlo, sería mandado a la fosa común.
Sin embargo, los vecinos, conmovidos por la dolorosa vida que el joven llevó y que amablemente hacía mandados, se están organizando para pedir el cuerpo y darle una sepultura digna.
No obstante, por protocolo, el cuerpo sólo sería entregado a familiares, pero nadie ha acudido a realizar este trámite, y en los próximos días, tras cumplir con el tiempo que establece la ley, sería depositado en la fosa común.