La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, dejó claro este jueves que el país seguirá pidiendo paz frente al conflicto en Medio Oriente, cumpliendo con lo que marca la Constitución sobre la política exterior mexicana.
Sheinbaum reafirmó esta postura ante la pregunta de la prensa respecto a que la Embajada de Irán en México pidiera al Gobierno mexicano condenar el ataque de Israel a Irán.
El diplomático iraní argumentó que México, por su reputación de pacifismo y la influencia de su actual presidenta, tiene la capacidad de desempeñar un papel relevante en favor de la paz internacional.
UN LLAMADO PERMANENTE A LA PAZ
Adabinia destacó que México es respetado en el mundo por ser un país moderado y pacifista, y además resaltó la popularidad internacional de la presidenta Sheinbaum como una oportunidad para influir en favor de la paz.
"México no es un país pequeño, tiene fama de ser pacífico y su Presidenta es muy conocida y respetada. Eso es algo que se puede usar para ayudar a detener la guerra", afirmó el funcionario iraní en conferencia de prensa.
A pesar de la petición, Sheinbaum fue clara: México no tomará partido ni hará declaraciones de condena directa, porque la Constitución establece que la política exterior debe basarse en el respeto a la soberanía de otros países y la búsqueda de soluciones pacíficas.
"Nosotros, en el marco de nuestra política exterior, siempre vamos a llamar a la paz. Eso hice en el G7 y siempre lo haré, porque así lo marca nuestra Constitución. No podemos salirnos de ese marco", explicó la mandataria.
El representante iraní aclaró que no han solicitado apoyo militar ni ayuda diplomática formal, pero insistió en que cualquier gesto o declaración a favor de la paz sería bien recibido. Además, pidió que otros gobiernos del mundo también se manifiesten para frenar lo que llamó una guerra "irracional", que podría empeorar y afectar a más países.
Con esto, México mantiene firme su posición de no intervenir directamente, pero seguirá pidiendo diálogo y soluciones pacíficas, respetando siempre su tradición diplomática y su Constitución.
