¿Qué ocurre si comes las hebras blancas del plátano? Esto sabemos
Las hebras blancas del plátano, también conocidas como "paquetes de floema", son objeto de debate entre los consumidores
En el universo de las frutas, el plátano destaca no solo por su versatilidad en la cocina, sino también por ser una opción popular como snack entre comidas. Sin embargo, una pregunta que ha rondado la mente de muchos es qué hacer con esas hebras blancas que sobresalen de su cáscara.
Las hebras blancas del plátano, también conocidas como "paquetes de floema", son objeto de debate entre los consumidores.
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Algunos las eliminan considerándolas un desperdicio, mientras que otros las consumen sin pensarlo dos veces, ¿pero cuál es la verdad detrás de estas fibras?
FUNCIÓN
De acuerdo con expertos en botánica, estas hebras tienen una función vital en el desarrollo y transporte de nutrientes dentro de la fruta, ya que actúan de manera similar a nuestros vasos sanguíneos, facilitando el transporte de agua, nutrientes y otras moléculas esenciales para el crecimiento adecuado del fruto.
Además, son responsables del transporte de carbohidratos desde la parte fotosintética de la planta hasta los órganos vertederos, como las semillas o raíces.
FRUTA TROPICAL MÁS CULTIVADA
Según datos proporcionados por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el plátano es la fruta tropical más cultivada en México, ocupando un lugar prominente en la producción agrícola del país.
Varias son las variedades que se encuentran en el mercado nacional, como el Dominico, Valery, Pera, Tabasco, Morado, Manzano, Cavedish Gigante y Macho, todas igualmente deliciosas y nutritivas.
¿QUÉ PASA SI LAS COMES?
Aparentemente, no hay consecuencias graves para la salud. Contrario a lo que muchos creen, estas fibras no son perjudiciales; de hecho, están cargadas de nutrientes beneficiosos para nuestro cuerpo.
Las hebras blancas son una fuente importante de fibra, esencial para el buen funcionamiento intestinal y la prevención del estreñimiento, así como de infecciones bacterianas y parasitarias.
Además, contienen potasio, un mineral crucial para mantener el ritmo cardíaco constante y asegurar el funcionamiento adecuado de los riñones, músculos, nervios y el sistema digestivo.
Pero eso no es todo, estas hebras también son ricas en vitamina C, fundamental para el crecimiento y reparación de los tejidos del cuerpo, y para la producción de colágeno, lo que contribuye a la firmeza de la piel.
