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Nacional / México

¿Por qué a los gatos les gusta frotarse con las personas?

Constantemente estos felinos se restriegan con quien esté a su lado y también con los objetos que ven a su paso, ¿qué quiere decir esto?

¿Por qué a los gatos les gusta frotarse con las personas?

El comportamiento de los gatos al frotarse con las personas y los objetos es una de sus características más distintivas y a menudo desconcertantes para los dueños. Sin embargo, este gesto tiene su explicación, y aquí te le decimos.

¿POR QUÉ LOS GATOS SE FROTAN CON LAS PERSONAS?

Cuando un gato se frota contra las piernas de una persona, no siempre busca caricias; en realidad, está marcando su territorio.

Al restregarse, están dejando su olor en la persona, estableciendo conexiones tanto con el entorno como con los individuos que habitan en su espacio.

Al acercarse a alguien desconocido también están recopilando información, reconociendo su olor y determinando si esa persona convive con otros gatos u otros animales.

Aunque no siempre buscan caricias después de este gesto, frotarse contra alguien es una señal positiva, ya que están marcando a la persona desconocida con su aroma, como lo hacen con quienes conviven diariamente.

¿POR QUÉ SE FROTAN CON LOS OBJETOS?

Cuando los gatos se frotan contra muebles u objetos del hogar, están marcando con su olor, ya que tienen glándulas odoríferas en las mejillas, la frente y la barbilla, así como en la base de su cola.

Esto no es un gesto territorial, ya que de ser así marcarían con orina, sino un acto de marcaje más relajado y amistoso, que les ayuda a sentirse tranquilos y relajados.

¿POR QUÉ LOS GATOS  FROTAN CON LA CABEZA?

El gesto de frotar con la cabeza es aprendido desde la infancia. Es una acción cariñosa que los gatos aprenden de sus madres. El hecho de que prefieran las caricias alrededor de la cabeza y las orejas está relacionado con estas glándulas odoríferas.

Para aquellos que interactúan por primera vez con un gato, permitir que se frote contra las piernas es una forma de aceptación. Si el gato permite una caricia posteriormente, acaricia su cabeza, seguro que eso le encantará.