¿Cada cuánto tiempo se tiene que cambiar la esponja para lavar trastes?
Este utensilio de cocina alberga una sorprendente diversidad de bacterias, las cuales pueden causar enfermedades a nuestra familia
Cuando se piensa en lavar los trastes, pocas veces se considera el mundo microscópico que habita en la esponja de cocina. Es fácil pasar por alto que este utensilio que se usa a diario, puede convertirse en un caldo de cultivo para una variedad de bacterias y microorganismos, algunos de los cuales pueden representar una amenaza para la salud.
De acuerdo a un estudio realizado por científicos de la Universidad de Justus Liebig en Giessen, Alemania, una vez que pasas la esponja por un plato sucio, estás transportando millones de diminutos seres invisibles a simple vista.
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Estos microorganismos, alimentados por la humedad y los restos de comida que quedan en la esponja, encuentran en ella un hogar acogedor donde proliferar. Aunque no puedas verlos, su presencia puede ser un problema serio.
¿CUÁNDO SE DEBE DE CAMBIAR DE ESPONJA?
Algunas de estas bacterias pueden causar enfermedades, y lo más alarmante es que las esponjas pueden contener más bacterias que un retrete. Esto significa que podríamos estar exponiéndonos a riesgos de infecciones sin siquiera ser conscientes de ello.
Entonces ¿con qué frecuencia se deberían cambiar las esponjas para mantener un ambiente seguro en la cocina?
Los expertos sugieren que no se debería esperar demasiado tiempo. Según la Universidad de Sonora, cambiar la esponja al menos cada 15 días es una medida prudente para evitar la acumulación excesiva de bacterias y reducir el riesgo de infecciones.
Desde la separación de la fibra hasta cambios en el color, la textura o la presencia de mal olor, estos signos indican que la esponja ya no está cumpliendo su función de limpieza de manera efectiva.
"Es importante recordar que cada vez que usamos la esponja, estamos entrando en contacto con un caldo lleno de bacterias y microorganismos, aunque muchos de ellos no son tan patógenos pero si representa un problema serio de falta de higiene. Mantener una esponja limpia y reemplazarla regularmente no solo asegura platos más limpios, sino también un ambiente más seguro y saludable en nuestra cocina", especificaron expertos.