Yaquis: ¿“Wini” o batazos?

Como en el espectáculo mismo, la directiva del Club Yaquis de Obregón decidió volverse a ver tacaña.

Aunque hay infinidad de conceptos de la región que pueden promoverse, decidieron poner en el uniforme de la temporada que viene un hotdog.

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El caso ha dado para memes o burlas de todo tipo, pero sobre todo aquellos que se mofan de la pequeñez mental de la directiva de un equipo que está para más pero que por tratar de “ahorrarse” unos pesos, pone la mirada en lo insignificante.

Cualquiera puede sentirse orgulloso de probar en Ciudad Obregón los mejores “dogos del mundo mundial”, como dicen los chavos, pero sencillamente la gastronomía regional no está sustentada exclusiva ni totalmente en ese alimento.

Así como se le restan recursos a la contratación de jugadores de primera fila para aspirar al campeonato local y del Caribe, así hoy los directivos de Yaquis se ven reducidos a simples amateurs sin ambiciones.

“Es una falta de respeto a la identidad Yaqui”, dice un comentario en las redes sociales.

Otros señalan que la estrategia de mercadotecnia le funcionó a la directiva porque todo mundo está hablando del Club de Beisbol.

Pero aquí no se trata de que la gente hable de un equipo en función de su uniforme sino por los resultados a la hora de batear y correr las bases: victorias son las que se necesitarán en la próxima temporada y no un dogo en la casaca.

“Lo llevarán al terreno de lo ‘culinario’ como si por bordar un platillo en una Jersey lo hiciera más bueno o le quitara lo sarra, cualquiera que sea el caso”, se advierte en una cuenta de las redes sociales.

Hubo incluso quienes se fueron más allá al señalar que en todo caso el equipo de Culiacán se bordaría un paquete de cocaína en el uniforme y con eso le ganaría a cualquier trabuco.

En fin, que la idea de los publicistas de Yaquis de Obregón ha generado ruido en la opinión pública, pero finalmente lo que los aficionados desean es que gane y no ser objeto de burlas por parte de los de otras ciudades.

Y en lo local, la gente sostiene que así como se tuvieron “brillantes” ideas de convertir al slow pitch en todo un negocio alrededor del nuevo estadio, así debió haberle llegado la inspiración para promocionar al equipo y a la ciudad de mejor manera y no a partir de un alimento, popular quizá, pero de poca monta.

De igual manera, sería mejor que los directivos yaquis idearan mejores formas de cumplir con sus responsabilidades fiscales con el Ayuntamiento de Cajeme, en vez de andar tratando de pagar lo menos posible cuando recibieron un estadio nuevo en el que nada invirtieron, aunque alguna vez hayan tratado de justificar sus incumplimientos fiscales con que tuvieron que meterle lana a ciertas zonas del inmueble, que se supone por lo nuevo debió haberse recibido como algo muy práctico.

En fin, que el beisbol genera pasiones y si bien es cierto muchos están hablando del nuevo uniforme, no será suficiente si en los hechos no se demuestra que en verdad están arriesgando capital para traer a los mejores peloteros y con ello darle la satisfacción a los aficionados de nuevos campeonatos.

Solamente así se justificaría que se conformen con un “wini”, en vez de toletes poderosos.

Comentarios: franciscogonzalez.bolon@gmail.com