Las Plumas

¿Y la seguridad, apá?

En su reporte de incidencia delictiva, el Comité Ciudadano de Seguridad Pública afirma que 99 víctimas de homicidio doloso se registraron en junio

¿Y la seguridad, apá?

Ocupada como está en mantener “limpias” de manifestantes las casetas de cobro, seguramente la secretaria de Seguridad Pública de Sonora, Dolores del Río Sánchez, ni siquiera se ha dado cuenta de que las cifras delictivas la ponen contra la espada y la pared, pues no ha podido concretar una estrategia adecuada para contener a los “malosos”.

Y es que la terca realidad, esa que nunca falla, según el Comité Ciudadano de Seguridad Pública, que mostró su Reporte mensual de incidencia delictiva de Sonora para el mes de junio, afirma que 99 vi´ctimas de homicidio doloso se registraron en junio, lo cual representa un incremento de 4% con respecto al mes anterior.

Por lo mismo, al primer semestre de 2023 se acumularon 725 vi´ctimas de homicidio, cifra menor a lo registrado en el mismo periodo de los dos an~os previos, lo cual también hay que decirlo aunque las comparaciones no siempre son una buena estrategia.

Según las cifras dadas a conocer, el 84.0% de los homicidios dolosos se concentraron en Cajeme, con el nada despreciable 49.4%, a pesar de que las autoridades locales sostienen a los cuatro vientos que de todas manera es algo menor a como recibieron la administración.

En otros municipios como San Luis Río Colorado se adjudican el 17.3% de las muertes dolosas, mientras que en Hermosillo el porcentaje de junio llegó al 11.1% y en Nogales, al 6.2%.

Debe decirse de igual manera que de junio de 2022 a junio de 2023 se registraron cuatro feminicidios.

“Lo acumulado al primer semestre de 2023 resulta inferior a lo registrado en los u´ltimos seis an~os, con excepcio´n de 2020 cuando se registró el mismo nu´mero de vi´ctimas. Los feminicidios se perpetraron en Agua Prieta, Benito Jua´rez, Cajeme y Hermosillo”, dice el documento presentado.

Las denuncias por lesiones dolosas tuvieron un decremento de 11% durante el periodo evaluado, mientras que las incidencias reportadas al 911 mostraron una tendencia opuesta, con incremento de 32%, con respecto al mes anterior, se indica.

En junio se duplicaron las denuncias por violación, dice el reporte, sin embargo lo acumulado al primer semestre de 2023, que son 91 denuncias, representa casi la mitad de lo registrado en el mismo periodo de 2022, cuando se alcanzaron 179 denuncias.

Las denuncias de violencia familiar en Sonora se redujeron 5%, mientras que las incidencias reportadas al 911 tuvieron un decremento de 1%.

Y en materia de robo a las casas, según se describe, las denuncias se incrementaron 21%, llegando asi´ a la cifra ma´s alta del periodo analizado y acumula el segundo mes consecutivo con incremento, en tanto que las incidencias reportadas al 911 tuvieron un aumento de 2%.

El panorama no es muy alentador, a pesar de que en algunos puntos hubo reducción de delitos, sobre todo si se toma en cuenta que en regiones como el sur de Sonora las condiciones económicas no son las mejoras, con cosechas de granos no vendidas, o rematadas, y que al menos durante los próximos 90 días el número de jornales se reduce, lo que deja a muchos campesinos o jornaleros sin sustento alguno.

Del Río Sánchez debe ya dejar de esconderse y establecer un plan de acción que, según se ha visto, no está entre sus prioridades pues las llamadas mesas de paz, además de realizarse en lo oscurito y sin contrapesos, solamente establecen estrategias cuando una zona del Estado vive episodios violentos, pero cuando regresa la calma, si así se le puede llamar, todo vuelve al patrullaje de las calles sin mas resultados que el gasto de combustible.

En la Fiscalía de Justicia, por otro lado, es urgente una criba de personal tanto policiaco como administrativo y de procuración de justicia, pues en vez de resolver los asuntos ahí pendientes, solamente patean el bote y ahora el argumento es que a partir de este viernes saldrán de vacaciones los agentes del Ministerio Público, por ejemplo, a pesar de sus decenas de asuntos sin concluir.

Esos servidores públicos en realidad están ahí, por un lado, por su sueldo mensual y, en otros casos, aunque no se debe generalizar, por los “caíditos” para agilizar un expediente o retrasar otros, lo cual la población vive en carne propia y es cada vez mayor la irritación derivada de esa corrupción.

En suma, la llamada transformación de cuarta no ha llegado a la seguridad de los ciudadanos ni a la impartición de justicia.

¿Faltará mucho para que se activen o ya van a renunciar? Es pregunta.

Comentarios: franciscogonzalez.bolon@gmail.com