Saldrá Bachoco de BMV
Así como Santander, Lala, Ienova y Bio Pappel en su momento lo hicieron, por diversas razones
La salida de una empresa como Bachoco de la Bolsa Mexicana de Valores, anunciada ayer viernes, refleja de bote pronto en el mercado accionario algo de inestabilidad.
Uno no sabe mucho de esos términos bursátiles manejados a la hora de vender o comprar acciones de las empresas enlistadas en la BMV, pero al ver el entorno vivido durante los últimos tres años en el país, genera algo de “ruido” que ojalá y no llegue a mayores.
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Según los analistas, pasar del estatus de empresa privada a pública, cuando se ingresa a la BMV, les da a esos negocios mayor comodidad en sus quehaceres, pues de alguna manera significa un financiamiento útil que de otro modo no podría tener.
Porque, como se señala en los círculos financieros, cuando se trata de bonos privados, generalmente se cotizan conforme a la Tasa de Interés Interbancaria de Equilibrio más su respectivo premio, por lo cual una empresa en la Bolsa obtiene préstamos hasta 200% más baratos que si los contratara directamente en los bancos.
Esos son solamente ejemplos de por qué muchas empresas pasan a cotizar en la BMV o en la de Nueva York, pero si se analiza el mercado nacional se verá que no pasan de 140 los consorcios en ese nivel, por lo cual la salida en los últimos meses de varios de ellos llega a despertar alguna preocupación.
Posiblemente no pueda considerarse una desbandada a causa de las condiciones económicas que vive el país, pero definitivamente algo positivo tampoco es, menos en la mentalidad colectiva que ante altos índices inflacionarios y la inestabilidad de los mercados internos e internacionales pudiera llegar a pensarse que los capitales nacionales ya no desean estar más aquí por si a alguien se le ocurre, por ejemplo, llegar a los extremos de militarizar todas las actividades del país.
Es cierto que los últimos tiempos, pandemia de por medio, el medio bursátil ha caminado por sendas llenas de espinas, por lo cual muchos apuestan a que este año sirva para recuperarse.
El hecho de que algunas emisoras quieran deslistarse de la Bolsa puede parecer presagio de tormenta, pero si se analizan las explicaciones de las empresas que lo han hecho, se verá que son razones muy internas de cada una, que nada tienen que ver con el entorno económico y financiero del país.
Quizá en la región el hecho de que Bachoco haya comunicado a la BMV que la familia Robinson Bours autorizó al Consejo de Administración iniciar el proceso para celebrar una oferta pública de adquisición voluntaria “por hasta la totalidad de las acciones representativas del capital social” de la empresa, llame la atención debido al conocimiento cercano sobre sus propietarios.
Pero de ninguna manera significa que haya iniciado un deslinde general de las empresas o emisoras, como se les conoce en ese ámbito.
Según se comunicó, las acciones puestas en venta incluyen las representadas por “Certificados de Depositario Americano, propiedad del gran público inversionista, que no sean propiedad directa o indirecta de dichos accionistas o afiliados, que representa a la fecha aproximadamente el 27% del capital social total de Bachoco”.
Eso desembocará, al parecer, en la promoción de los procesos para solicitar el desliste de las acciones representativas del capital social de Bachoco en los diversos mercados de valores donde se encuentran registradas sus acciones, incluyendo la New York Stock Exchange y la Bolsa Mexicana de Valores.
Pero no hay que asustarse. México es más grande que las empresas cotizantes en la BMV.
Comentario: franciscogonzalez.bolon@gmail.com