Para hablar sobre las manifestaciones y todas las implicaciones que tuvo la llamada marcha de la Generación "Z", opté por dejar pasar un tiempo razonable con la finalidad de evitar lugares comunes y caer en análisis que estuvieran influenciados por tendencias del momento para, de esa manera, tener una visión más general o, como dicen los gringos, la big picture de esta situación que ganó las primeras planas en medios de todo el país.
Me gustaría iniciar poniendo sobre la mesa algunas aseveraciones que nos ayudarán a comprender mejor esta situación. En primera instancia, entender que la participación política de los jóvenes es un tema que se repite generación tras generación, desde la llegada del movimiento hippie en Estados Unidos, posteriores a la época de guerras mundiales, lo que tuvo a su vez repercusiones en nuestro país en la década de los años sesenta y setenta, así como en la actualidad con los movimientos ocurridos en países como Turquía, Grecia y Nepal, donde la llamada Generación "Z" de jóvenes nacidos entre 1997 y 2010 decidió alzar la voz y salir a las calles para manifestarse en gran medida por sentirse desplazados de la toma de decisiones terminando en el último de los casos (Nepal) con el derrocamiento de un sistema de Gobierno del que sus principales cabecillas tuvieron que huir del país en helicóptero.
Ahora bien, hablemos del caso mexicano, las protestas de la llamada Generación "Z" tuvieron como punto de partida o, mejor dicho, la gota que derramó el vaso, el asesinato del presidente municipal de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo a quien la opinión pública consideraba como una especie de héroe al tener un estilo diferente y de combate frontal contra el crimen organizado, por lo que esta acción terminó por prender la mecha de esta generación que parecía aletargada.
Conforme el paso de los días, la manifestación comenzó a llenar los espacios en los medios de comunicación levantando una amplia expectativa entre quienes apoyaban dicha causa y entre quienes se oponían al verla como una manifestación influenciada por quienes ellos consideran la oposición.
Hoy, a poco más de una semana podemos realizar un corte de caja de lo que sucedió en esta marcha que adoptó como símbolo la serie de anime denominada "One Piece", haciendo juego con la trama principal de la serie donde unos jóvenes piratas intentan derrocar a un Gobierno autoritario bajo la bandera de una calavera con sombrero, similar al utilizado por Carlos Manzo.
1. A diferencia de otras manifestaciones, en esta ocasión la marcha estuvo caracterizada por el reclamo y la protesta, lo cual representa por sí mismo un avance. Sin embargo, así como en el movimiento estudiantil de 1968 existía un pliego petitorio con propuestas e iniciativas que unificaban a su grupo, en esta ocasión hizo falta la propuesta o idea que unifique a estos jóvenes sobre el rumbo que sí debería de llevar el país.
2. La alta expectativa y la baja participación de jóvenes se vio eclipsada a nivel nacional por la aparición de políticos a quienes se caracteriza como "los mismos de siempre", lo cual, en esencia no tendría nada malo, al final de cuentas todos somos ciudadanos y los partidos políticos y sus integrantes deberían de ser los vehículos que abanderen estas causas. Sin embargo, hizo falta que el centro de la protesta estuviera protagonizado por jóvenes de esta generación.
3. Algo en que poner atención es que, si bien la manifestación no fue lo que se esperaba, el alza en los reclamos hacia el Gobierno ha ido en aumento lo que podría significar una chispa que encienda la llama.
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