Necesaria la banca de fomento al desarrollo

Y lo mismo le ha sucedido a muchas entidades financieras, destinadas a impulsar a las pequeñas y medianas empresas y al comercio establecido, que ya no existen en el mercado productivo.

Lo que hace que la columna vertebral del desarrollo económico nacional como es el sector primario y de transformación, no tenga banca de fomento para alcanzar el bienestar de la sociedad.

Lo que lleva a pensar que solamente existe la conocida banca comercial de siempre, que hoy en día, la mayoría de ellos, son de procedencia extranjera, que su desempeño principal está en los números.

Que para el impulso al desarrollo agropecuario tienen como institución de descuento al FIRA, fideicomiso de Banco de México, para la actividad industrial y comercial a Nafin entidad de segundo piso.

Que en su desempeño financian a estos dos sectores con el apoyo de estas dos entidades de segundo piso o de descuento como se les conoce, que su objetivo principal es el desarrollo económico nacional.

Y además, en el mercado existen otras entidades de financiamiento que también descuentan en esas entidades públicas y otras que se manejan con capital propio con bastante éxito.

Que el mismo concepto de financiamiento se maneja, por parte de algunas empresas comercializadoras de equipo e insumos y también de productos agrícolas, que hacen que existan recursos para producir.

Pero a pesar de ello, lo existente en el rubro del financiamiento a la producción agropecuaria , de transformación, comercialización y de servicios, no sea suficiente.

Aunque algunos gobiernos estatales hayan incluido en su estructura gubernamental entidades financieras para apoyo al desarrollo económico, no logran cubrir lo necesario de la demanda sectorial.

Y esa ha sido una historia muy contada en los sectores productivos que quisieran que existiera una real banca de fomento, que les permitiera tener certidumbre en los recursos económicos para producir.

Pero lo que siempre se comenta, que han existido instituciones de fomento al desarrollo agropecuario, de transformación, comercio y servicios, pero no para todos, aunque haya sido entidad gubernamental.

Pero hoy lo que se requiere, si todas las política públicas de fomento al desarrollo van dirigidas a que los estados y municipios mejoren con base en su prosperidad, es necesaria la banca de fomento al desarrollo.

Y puede ser que la respuesta se pueda indicar que para ello ya está la Financiera para el bienestar, que impulsara a las actividades productivas, que requieren el apoyo financiero.

Lo que vendría a ser una positiva respuesta para los pequeños productores y cooperativas que así lo requieran, porque son los que nunca o casi nunca han tenido acceso crediticio.

Pero para los niveles de desarrollo que se están considerando con base en los proyectos de impulso al desarrollo económico de las diferentes regiones del país, lo viable es otro tipo de banca de fomento.

Porque lo que hoy se requiere es productividad, innovación, emprendimiento para todos los niveles de producción primaria, de transformación, comercio y de servicios.

Una banca profesional que venga a impulsar el desarrollo, cambiando el recurso económico retornable por producción, dejando de lado la decisión de pasar los a cuentas incobrables.

Una banca de fomento al desarrollo sólida, que logre conjuntar los esfuerzos productivos con las políticas públicas y las necesidades del mercado de forma real.

DEL ESCRITORIO