Ante los eventos recientes
Por: Gerardo Armenta
Un poco sin mayores novedades, por decirlo así, transcurrieron en Navojoa los eventos dominicales programados como protesta por el cada vez más controvertido aumento en el impuesto predial. Tales eventos, como se sabe, fueron convocados por el Frente Familiar por Navojoa, en lo que fue prácticamente una segunda edición de hechos. Aunque, para hablar con franqueza, tampoco cabía esperar un cambio radical en el esquema público o social en el que se ha venido desenvolviendo la protesta aludida renglones arriba. De esta manera, habría sido un tanto insólito, aunque deseable, que, por ejemplo, en el mitin efectuado frente a Palacio Municipal se hubiera presentado un emisario gubernamental con la suficiente autoridad para escuchar y tomar la palabra con planteamientos susceptibles de interés general.
Pero es obvio que una sorpresa de esa naturaleza (impensable en las rutinas políticas siempre acostumbradas) jamás pudo tomar forma, por más que se hubiera tratado de una simple o rudimentaria actitud democrática sin hechuras para impresionar a nadie. Sin embargo, la democracia, de la que tanto se habla en nuestros ámbitos, atribuyéndole virtudes que no es fácil advertir de buenas a primeras, no permite mucha interlocución cuando es preciso que se discutan en serio hechos o actitudes de importancia o efectos generales.
En política, como en la vida misma (diría algún aprendiz de filósofo de barriada), diferir el encaramiento o la solución de un problema, equivale simplemente (aquí y en China) a complicarlo todavía más, cuando, como siempre sucede, no hay ninguna necesidad de llegar a ese extremo. En el caso de que se habla, integrantes del Frente Familiar por Navojoa están muy esperanzados en participar (fin de mes, quizá) en una próxima junta de Cabildo.
Un hecho así probablemente significa que ya perdieron la esperanza de reunirse con el alcalde Jorge Alberto Elías Retes. No vamos a incurrir aquí en el simplismo conceptual que suele postular, con torpe ilusión, que la esperanza es la que muere al último. En muchas ocasiones es la que termina primero. Pero sí debe ser lamentable (de una u otra forma) que en realidad se haya diluido la posibilidad de que se lleve a cabo una reunión entre el alcalde Elías Retes e integrantes del Frente Familiar por Navojoa. Si este encuentro ya no se llevara a cabo, entonces quizá deba concluirse que el problema escaló hasta un nivel áspero e irreversible.
Una perspectiva de esa naturaleza no siembra ningún precedente que valga considerar al tenor de un deseable optimismo público o social, lo cual, por supuesto, no deja de ser una eventual conclusión lastimosa y hasta improcedente. Significaría también esta posibilidad indeseable que prácticamente se habrían agotado todas las coyunturas a la mano para lograr un buen arreglo en el marco del conflicto que hoy vive Navojoa.
Por lo demás, ¿podría esperarse algún asomo de flexibilidad por parte del Cabildo local en una reunión con elementos del Frente Familiar por Navojoa? Primero habría que discernir qué tan cierta o real es la disposición de sus integrantes (del Cabildo) para tomar parte en esa reunión. Su ánimo al respecto podría ponerse en duda si primero no se advierte que el alcalde Elías Retes acepta igualmente encontrarse con el Frente Familiar por Navojoa. Al final, nada tan sencillo como esperar el paso de los días para advertir cómo ocurren los hechos que hoy no dejan de ser mera especulación.
Al parecer, también existiría la posibilidad (así hay que decirlo) de que el Congreso del Estado tome igualmente cartas en este asunto. Pero primero habría que tener a la mano la respectiva confirmación de ese hecho. La Legislatura estatal no suele involucrarse en querellas que tendría que atender por elemental obligación laboral y política. Esa actitud no es de ahora. Y no es de creerse que el Congreso sonorense de hoy sea distinto a los anteriores.
De momento, cabe reconocer que así están las cosas con esta inesperada y resonante problemática que surgió en Navojoa cuando menos se esperaba. Lo más grave de todo es que en lo inmediato no se advierte alguna posibilidad de que se produzca una especie de fórmula mágica que disipe los ánimos encontrados surgidos recientemente en la "Perla del Mayo". Habrá que esperar el tenor de negociaciones o acuerdos que hoy no se advierten muy a la mano en el clima de confrontación que ha surgido. Tal clima es real.
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