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Las Plumas

Madres trabajadoras

En México, el simple hecho de ser mujer significa remar contra la corriente en el mercado laboral dominado por los hombres

Madres trabajadoras

pero ser una mujer trabajadora con hijos, lo hace todavía más complicado y desigual.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y analizados por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en nuestro país hay 51.9 millones de mujeres de 15 años o más, de las cuales 72% tiene al menos una hija o hijo.

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Pero de estas mujeres con hijos, únicamente 4 de cada 10 tienen un empleo. En contraste, de las mujeres que son madres y no tienen intenciones de tener un trabajo remunerado, 9 de cada 10 dedica su tiempo a quehaceres domésticos.

Estos datos nos reafirman una cosa: que el cuidado del hogar y de los hijos sigue recayendo principalmente entre las mujeres, lo cual limita su tiempo para realizar otras actividades como estudiar o tener una actividad remunerada.

Ser trabajadora con hijos en México es un factor que deteriora las condiciones laborales de las mujeres. Esto queda patente, luego de que 67% de las madres con empleo gana hasta dos salarios mínimos mensuales (un máximo de 10 mil 372 pesos al mes), mientras que entre las que no tienen hijos solo el 58% se encuentra en ese rango salarial.

Además de salarios por debajo de los que ganan los hombres y las mujeres sin hijos, las madres trabajadoras tienden a buscar alternativas de empleo con mayor flexibilidad de tiempo, a fin de que esto les permitan conjugar su trabajo y su vida personal.

Por ello, 6 de cada 10 mujeres que trabajan y tienen hijos están empleadas en la informalidad, y adicionalmente 1 de cada 3 trabajan menos de 35 horas a la semana, debido a la doble carga de trabajo que enfrentan en el hogar.

Otro factor que impacta en las condiciones laborales de las mujeres trabajadoras es el número de hijos que tienen.

Esto se puede observar en el nivel de preparación académica, el cual varía entre las madres con un empleo y el número de hijos que tienen. Mientras solo el 4% de las mujeres que trabajan y tienen uno o dos hijos reportaron no haber terminado la primaria, esta cifra se dispara a 52% entre las mujeres con seis o más hijos.

Además, el número de hijos impacta el nivel de ingreso de las madres que trabajan, ya que un 63% de las trabajadoras con uno o dos hijos gana hasta dos salarios mínimos, mientras que esa proporción sube a 73% en aquellas con seis hijos o más.

Como vemos, ser una mujer con hijos y participar en el mercado laboral es todo un desafío. Para evitar que las mujeres se vean en la necesidad de elegir entre trabajar o dedicarse a las labores de cuidado en el hogar, el IMCO propone lo siguiente:

1. Avanzar hacia un Sistema Nacional de Cuidados que ofrezca una red de servicios alternativos de calidad. Esto podría liberar tiempo a las madres para que, si así lo desean, puedan integrarse al mercado laboral.

2. Transitar hacia un esquema de licencias de paternidad, obligatorias e intransferibles, que fomente la corresponsabilidad de los hombres en los cuidados de las y los hijos al interior de los hogares.

3. Implementar políticas de integración vida-trabajo para que más mujeres puedan combinar sus responsabilidades laborales con sus necesidades personales.

4. Diseñar programas para captar de regreso al talento de mujeres que abandonaron el mercado laboral durante las primeras etapas de su maternidad.

Estas medidas quizás serían insuficientes para erradicar la desigualdad que enfrentan las madres trabajadoras, pero al menos serían un primer paso firme en la dirección correcta.

Twitter: @gomezreyna