Por: Eduardo Sánchez
Quizá para muchos nos es muy difícil entender el por qué las cosas no parecen estar funcionando muy bien que digamos en nuestro País, esto lo decimos partiendo de que somos una nación rica en recursos, pero, sobre todo, en historia, con una ubicación geográfica privilegiada, con una extensión territorial de 1.973 millones km², pero en donde la mitad de la población es pobre, le falta educación y tal parece que nunca lograremos ponernos de acuerdo para “sacar al buey de la barranca”.Tenemos, que no es el caso de otros países, una impresionante herencia cultural como la Maya, Azteca, Olmeca, Tlaxcalteca, entre otras, que aún en nuestros tiempos son admiradas y reconocidas por todo el mundo. Además de eso, contamos con científicos distinguidos, creadores geniales, grandes deportistas, investigadores, (que por lo general se van del País), filósofos y un muchos otros grandes mexicanos que viven en cada colonia de cada barrio de esta Patria, pero aun así, seguimos viviendo en la incertidumbre económica y social, con falta de servicios públicos de calidad y en cantidad, en una vergonzosa corrupción que se ha instalado en todos los sectores de la sociedad, con una creciente industria del crimen organizado que hace y deshace a su antojo, y con muchos otros problemas que nos hacen dudar de nosotros mismos y de nuestra capacidad como Nación para organizarnos y vivir mejor. Todos sabemos que lo que estamos viviendo es en gran parte resultado de años y años de malos usos del gobierno y del poder político, que no nos permite jalar, si no parejo, al menos la mayoría, hacía objetivos claros y comunes que nos permitan aspirar a una mejor calidad de vida para todos. En pocas palabras, definir puntos claros que nos permitan unificar criterios.
Es por tal razón que a continuación me permito anotar unas sencillas pero trascendentes propuestas o ejes rectores que, a opinión de investigadores, si los llevamos a cabo, si los “engrasamos”, de mucho nos servirán para comenzar a salir de este marasmo asfixiante, generado por la anarquía generalizada que estamos viviendo:
Puntualidad; es necesario ser conscientes que el tiempo vale y no es recuperable.
Trabajo en equipo; Tendemos a ser individualista todo el tiempo, y no es conveniente, ya que sólo trabajando en equipo podremos salir librados de la competencia global organizada. Veamos, por ejemplo, que los mexicanos casi siempre destacamos en los deportes en rutinas individuales. No olvidemos que se necesita a más de uno para generar más y mejores resultados. Hay que aprender y acostumbrarnos a trabajar sobre objetivos en común.
Dispuestos al cambio; es decir, no tener miedo a cambiar para mejorar. Hay usos y costumbres muy mexicanas que no nos ayudan como el gusto por cultivarnos intelectual y espiritualmente, cumplir con las reglas cívicas, ausencia de valores éticos, valemadrismo y disipación constante.
Evitar la decidía; levántate de una vez, ponte los zapatos y sal a hacer lo que sabes que tienes que hacer, pero que lo has venido postergando por años. Total, hay que hacer las cosas de una vez que mañana hemos de morir.
Orden; Para el desorden los mexicanos nos pintamos solos, si no crees voltea a tu alrededor y veras que reina la anarquía. Ciclistas en sentido contrario, raza manejando con niños en el regazo y marcando el celular, basura por doquier, mal uso del suelo, contaminación y un sin fin de ejemplos que ya todos conocemos.
Constancia. Sí, muy cierto, la mayoría, en lo único con somos constante es en la inconstancia, olvidando que el que persevera alcanza.
Responsabilidad. Nuestros actos, por más simples que sean, tienen repercusiones, quizás por eso andamos tan endeudados, nadie cree en nosotros, no somos dignos de créditos y demás problemas; lo bueno es saber que podemos volver a ser responsables y conscientes de nuestros actos y volver a poder cosechar los beneficios que esto nos traerán.
“El mejor epitafio no está en las palabras, sino en su ejemplo” Ramón Valdez-León.
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