Incidente con Capufe, nuevo partido político
En la caseta de peaje de Navojoa impidieron el paso de la ambulancia hasta que no se cubriera la cuota respectiva
Una ambulancia transita por la carretera Internacional al sur de Navojoa. Sus tripulantes atendían así una llamada de emergencia para atender a una persona atropellada en esa misma vía de comunicación. Para llegar hasta el lugar de los hechos primero debían librar el paso significado por la caseta de peaje ubicada en Estación Don. Los socorristas y paramédicos de un grupo de servicio voluntario llamado “Lince Navojoa” pensaron que tendrían paso libre en la caseta.
Pero se equivocaron rotundamente en su presunción. En la caseta de peaje impidieron el paso de la ambulancia hasta que no se cubriera la cuota respectiva. Debe ser obvio suponer que de nada valieron las explicaciones sobre el sentido del servicio social o comunitario que lleva a cabo el grupo voluntario de rescate “Lince”. No los dejaron pasar hasta que, por lo visto, hicieron una “coperacha” entre ellos para cubrir el peaje que tan grosera o indolentemente les exigieron cubrir para dejarlos pasar.
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En cualquier otro lugar los hubieran dejado seguir de largo sin mayores trámites o averiguaciones, mucho menos de índole económica. Pero tuvo que ser en Navojoa donde se produjera este episodio tan lamentable con cargo a personal de Caminos y Puentes Federales, un célebre organismo oficial más conocido por sus siglas: Capufe. Históricamente en Navojoa se le llegó a conocer con extrema suficiencia en la época en que se fraguó la instalación de dos casetas de peaje en los dos extremos navojoenses de la carretera federal.
Sus directivos nunca dieron el brazo a torcer para que por lo menos bastara con una sola caseta de peaje en el ámbito navojoense. Y desde entonces allí están las dos casetas, quizá ya como infaltable parte de la geografía municipal. No puede ignorarse que los navojoenses terminaron por ser beneficiarios de una serie de prerrogativas al cruzar por las casetas de cobro carretero. Pero tal era lo menos que podía esperarse para quedar más o menos a mano con Capufe.
En este contexto lo que falta por asegurar es que no se repitan episodios como el que ocurrió con la ambulancia del grupo “Lince”, sus operarios y paramédicos. Es común, aunque indebido, que, bajo el apremio de ciertas circunstancias, el uso de criterio por parte de empleados se convierta en una actitud que suele escasear, por más que tendría que ser una especie de exigencia personal y laboral inevitable. En la carretera de cuatro carriles y sus casetas no sólo debe ser importante el cobro del peaje. También debe serlo saber distinguir entre un momento de normalidad y uno de urgencia. La diferencia entre ambos a menudo es elemental y puede representar la diferencia entre la vida y…la muerte.
Por otro lado, en asuntos políticos, procede señalar que por lo visto la creación de un nuevo partido va mucho más en serio de lo que acaso pudo suponerse en una primera instancia. La verdad es que un tema como el aludido quizá no despierte mayor entusiasmo general, en virtud del hecho sabido de que en México lo que hay más o menos son precisamente partidos políticos. Y el problema es que la mayoría de los cuales no despiertan ya mayor entusiasmo público o ciudadano. Está el conocido caso del PRD que, dicho sea, con toda seriedad, pasó a mejor vida. Otros están en permanente oxigenación existencial con un partido fuerte como sin duda es Morena. Por su lado, PRI y PAN están batallando para rehacer su maltrecho destino, como se plantearía en una telenovela de aquellas cuando estas producciones solían poner de cabeza al país con sus tramas.
Por eso, quien acaso haya pensado que ya no existe espacio para un nuevo partido político, quizá muy probablemente tendrá que cambiar de opinión. Deberá ser así porque se vislumbra en el horizonte la casi real certeza de que el llamado Frente Cívico Nacional se convierta el año entrante en un organismo de este tenor. Hay una convocatoria a la sociedad con el fin de que suscriba opiniones que ayuden a concretar el proyecto respectivo.
Un proyecto que, vale decirlo, busca tomar forma con singularidades orgánicas muy particulares, como tendría que ser si aspira realmente a ser distinto o diferente. Por ejemplo, no se quiere parecer a partidos como el del Trabajo, el Verde Ecologista y Movimiento Ciudadano, a los que en el Frente Cívico Nacional consideran como partidos familiares. Del PRI y el PAN tampoco tienen buena opinión, como es obvio suponerlo o esperarlo, en tanto que todos son eventuales adversarios a los que el naciente organismo tendría que enfrentar.
De momento lo anterior es lo que se puede decir con respecto al nuevo partido que se advierte en el horizonte político del país. Quizá proceda recordar que el Frente Cívico Nacional fue el organismo que convocó a las vistosas marchas y concentraciones que tuvieron lugar principalmente en la capital del país antes de las elecciones. Acaso esa experiencia facilite a sus promotores la hechura del partido político que planean. Habrá que esperar los acontecimientos respectivos.
armentabalderramagerardo@gmail.com