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Las Plumas

Historias por contar

Para el festejo del día internacional de la mujer. Una mujer de Cajeme echada en el olvido

Historias por contar

El gabinete de la actual administración lo conforman 11 elementos, entre ellos 6 mujeres. El cabildo lo conforman 21 regidores, de ellos son 10 del sexo femenino. Esto indica que la presencia de la mujer ha ganado terreno en todos los aspectos y como se ve, también en el terreno de la política.

Lo más probable sea que la mayoría de las mujeres que hoy ocupan algún puesto en la administración actual y las próximas anteriores. No sepan de lo difícil que fue el pasar en este camino.

En relación a esto, en la administración municipal que recién terminó, se le sugirió a un miembro del cabildo, el por qué no se le honraba o se le distinguía a la primera mujer que irrumpió en la política local formando parte del cabildo. Ella fue Amparo Álvarez Arreola.

La respuesta a esta sugerencia, fue: ¿Que merito tiene, nomás por ser mujer? Ante este comentario, más que coraje, fue sentir tristeza, de ver cómo se concibe este acontecimiento, o este suceso que marcó un antes y un después de la historia política de Cajeme y más relacionado con ello a la mujer. Y la forma absurda de cómo se minimiza este importante logro de la mujer y para la mujer. 

Al inicio de la actual administración, que por segunda vez preside Carlos Javier Lamarque Cano, en forma escrita se le solicita al cabildo lo mismo que se les había solcito en forma individual a miembros del cabildo anterior, es decir que se le diera un reconocimiento a la primera mujer que formó parte del Ayuntamiento de Cajeme y además de eso, también fue la primera en el estado de Sonora.

La respuesta ante esta sugerencia no fue la misma que dieron los anteriores ediles, tal vez fue peor, porque la sugerencia fue totalmente ignorada.

Ante esto me dio por pensar, que tal vez pudiera haber un poco de celos considerando que hoy nos preside una administración con tintes de izquierda, emanada del partido MORENA, del que se dice es muy diferente al PRI, partido del cual salió la primera mujer que ocupo un puesto de regidora, y tal vez por eso no les hiciera mucha gracia hacer una distinción a esta mujer.

En vista de este silencio, al que en lo particular considero una falta de respeto, se volvió a hacer otro intento con algunos miembros del cuerpo de regidores, en este caso la respuesta fue: No tuvimos éxito en lo que se planteó.

Sin embargo, no se especificó la instancia, donde fue, ante quien, o ante quienes no se tuvo éxito.

Como mero ejemplo se da el número de mujeres que forman parte de la actual administración municipal, y por eso no deja de ser emblemático la primera dama que forma parte de un cabildo en Cajeme y es también motivo de extrañeza que ninguna de las damas que ostentan el cargo de ediles por alguna razón son no se dignen de darle de alguna forma algún reconocimiento al primer edil.

Volviendo con este, quizá necio empeño de procurar reconocimiento a esta dama, dado que en dos administraciones no se ha logrado, como última carta y pensando que ahora si se encontraría respuesta, se buscó  por varios  días una cita con la única edil del PRI, Partido Revolucionario institucional; después de varios intentos no se le  localizo en su cubículo, tampoco por medio de su teléfono, y fue solo por esas casualidades que se dan, en que se logró contactarla a través de una plática banquetera en las afueras del edificio de palacio municipal.

A esta edil se le volvió a plantear lo ya replanteado a un gran número de regidores, tanto verdes, como anaranjados y a los sin color y de ella, también la respuesta fue el silencio.

Tal vez yo esté equivocado, probablemente lo esté, pero tenía idea de que con el tan llevado y traído movimiento feminista, sería de justicia que a la primera mujer que formo parte de un cuerpo edilicio del Ayuntamiento de Cajeme, se le distinguiera de alguna manera, aparte de que no fue solo una mujer que estuvo dentro del cabildo, sino fue una ama de casa y una mujer que abrazo también la carrera de medicina y prestó sus servicios como médico en varios hospitales de la ciudad.

Además, considerando también que El Ayuntamiento de Cajeme en diferentes administraciones ha otorgado distinciones, entre ellos el de ciudadanos distinguidos a personajes que de acuerdo a la opinión pública distan mucho de merecerlos.

Como mero comentario, nuestro personaje en mención fue precursora en la carrera política de Alicia Arellano Tapia, que, a su vez fue la primera mujer sonorense en llegar a la Cámara de Senadores la primera sonorense en ocupar una alcaldía.

Lo que, si es cierto, es que hoy, para muchas ex ediles y ediles de Cajeme, diputadas y ex diputadas locales, diputadas y ex diputadas federales, ex senadoras, ocupar el puesto que ocupan o han ocupado les fue relativamente facial lograrlo. Esto ocurre cuando ya alguien ha transitado por esos caminos.

Por lo pronto las feministas tienen en el completo olvido a este acontecimiento y hacen suyo aquel verso de una canción de José Alfredo Jiménez que a la letra dice: Lo importante no es llegar primero, pero hay que saber llegar.