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Las Plumas

El instinto de superación

A nadie debe extrañarle que un individuo, una familia, una empresa o toda una nación siga aspirando más, pese a tener ya bastante


Todos los seres humanos siempre queremos ser mejores, lo que generalmente ocurre en esta difícil tarea por alcanzar metas es que algunos se conforman con poco; y muchos también abandonan en el camino este largo e insospechado proceso por desarrollarse como personas cada día.

Todo hombre y toda mujer están dotados de tres instintos fundamentales: el instinto de conservación, que cuida la integridad del individuo; el instinto de reproducción, que preserva la especie; y el instinto de superación. Los dos instintos mencionados primero, han logrado que desde su aparición en la Tierra, la especie humana se haya multiplicado a través de los tiempos. Y el tercero ha hecho el milagro de convertir hoy al hombre en el conquistador de muchas áreas de la realidad.

Por esta razón, todos aspiramos a ser más, a tener más, a saber más, a poder más. Cualquiera sea el nivel en que nos encontremos en determinado momento. A nadie debe extrañarle que un individuo, una familia, una empresa o toda una nación siga aspirando más, pese a tener ya bastante. Sin embargo, este deseo de superación no sólo es fuerza irresistible, sino una fuerza capaz de ser potenciada y desarrollada. Quien tiene dormido este instinto de la naturaleza, no podrá mejorar en ninguno de los siguientes campos: como persona, en cuanto a conocimientos y destreza; y económicamente, progresando más.

Hay factores que propician la fortificación del deseo de superación: un ambiente adecuado, una orientación oportuna y acertada, la convicción de la necesidad de ser mejor, y la determinación de pagar con esfuerzo el precio respectivo.

La mayor parte de los mexicanos estamos confundidos, hablando del deseo de superación, porque nos falta orientación y sensibilización desde que somos niños. No sabemos concretamente hacia dónde dirigirnos y, curiosamente, la causa principal de este fenómeno está en la multiplicidad increíble de oportunidades de superación y progreso que ofrece el mundo moderno. Esta riqueza constituye una selva inmensa, en la que cualquiera se pierde si no cuenta con alguien que lo guíe con seguridad.

Podremos tener muchas habilidades, pero si no tenemos la actitud para lograr lo que nos proponemos jamás competiremos con productos y servicios de otras regiones del planeta. Si continuamos teniendo instituciones educativas, gubernamentales y empresariales que no busquen mejorarse continua y diariamente, sólo nos espera el fracaso, la pobreza, la corrupción, la desigualdad, la impunidad y el deterioro de la calidad de vida.

En ese sentido, debemos sacudirnos de muchas prácticas: es más fácil el ejercicio de la ignorancia que el esfuerzo del aprendizaje. Por eso, motive su deseo de superación, esfuércese por aumentarlo al máximo, y así estará contribuyendo a su éxito como persona, a la felicidad de los suyos y al progreso de su comunidad. De ahí esta pregunta: ¿Qué tanto se ha superado en su cuerpo, su mente, la relación consigo mismo y con los demás en los últimos dos años? ¿Sigue igual, peor o mejor?

@rafaelroblesf