Ejidatarios y ganaderos

Pasan hoy por agobios

Por: Gerardo Armenta

Sin duda alguna, los agobios de hoy en sus muy diversos rangos están en casi todos los órdenes de vida. Dicho sea sin exageración, esos apremios suelen tomar curso y acreditarse en lo que ya es una evidencia cada vez más extendida en la generalidad de sectores. Como suele suceder, no faltan las palabras de optimismo, dichas con el fin de paliar lo que sucede. Pero es obvio que no basta con esa actitud, por más reconocible y pertinente que se advierta.

Los hechos son los hechos a la hora de la hora y van más más allá de este perímetro de extensión. Por ejemplo, ha trascendido que la desesperación está aumentando entre por lo menos 2 mil ejidatarios de varias comunidades del sur sonorense. Con justa razón, entonces, demandan apoyos económicos directos y programas de empleo temporal. Con eso pudiera quedar dicho todo. Esta pertinente necesidad no sólo es propia de un lugar como Pueblo Mayo.

La situación es la misma en ejidos como División del Norte, Lázaro Cárdenas, Mártires Campo 60, Pesqueira, Agustín Melgar, Bacame, entre otros. Todo se debe a la reducción de siembras en el ciclo 2024-2025. Así lo dijo Balvanedo Fuentes Cuén, ejidatario y líder social de Pueblo Mayo.

No puede negarse que, por ejemplo, "la situación es muy crítica porque no se están rentando las tierras por falta de cultivos, todo esto como consecuencia de la baja captación de agua en la Presa Adolfo Ruiz Cortines", señaló Fuentes Cuén. Explicó que ejidatarios de esta parte de la entidad también piden que se les ayude en la rehabilitación de pozos que están inactivos. De esta manera, dijeron, tendrían algunas alternativas de siembra.

Vale la pena fijarse en términos como los anteriores. Por ejemplo, "alternativas de siembra". Significa esta expresión que muy posiblemente no se disponga de nada seguro. Todo depende, como quedó dicho, de la rehabilitación de pozos. Pero en esencia, la situación descrita es grave en términos productivos para un número de ejidatarios que no puede ser ignorado. A eso se reduce todo el problema. Un problema que no es válido ignorar. Las autoridades correspondientes apenas harán bien en conceder los apoyos que resulten válidos para resolver esta crisis ejidal.

La actividad ganadera también está en crisis. Así lo reconoció el presidente de la respectiva asociación local del Valle del Yaqui. Los ganaderos tienen que hacer frente a la sequía que afecta su quehacer.  Necesitan apoyos para la compra de alimento para reses. Enfrentan costos de producción altos. Los agostaderos están secos. Como queda en evidencia, es largo el rosario de pesares por el que están pasando productores tan reconocidos por el quehacer que llevan a cabo.

Y por si algo hiciera falta en esta relación de adversidades, Nicolás Campa Romero dijo que tampoco llovió en invierno, lo que agudizó la problemática en el sentido de que se habla. A todo esto se suma el hecho de que hay que acarrear el llamado vital líquido a los ranchos, en donde en algunos "no cayó una gota de agua", reveló.

Campa Romero planteó que urge una política de apoyos para la compra de alimento, de tal forma que el gobierno federal destine recursos emergentes para hacer frente a la situación "y mantenerse en la actividad". Tal es, planteada de manera muy objetiva, la situación imperante en una tarea como la de carácter ganadero que se ejerce en el Valle del Yaqui. La explicación de Campa Romero es más que elocuente para entender que este quehacer no vive hoy en Cajeme una de sus mejores etapas.

Los ganaderos locales necesitan apoyo incluso para comprar el alimento del hato ganadero. Este se busca mantenerlo como tal en el Valle del Yaqui, sin ignorar, como quedó dicho, las dificultades por las que está atravesando este sector, en lo que es una evidencia de la magnitud de las complicaciones que hoy por hoy están lesionando el quehacer productivo en sus muy diversos renglones. Los casos de ejidatarios y ganaderos, vistos a lo largo de estos renglones, son ilustrativos y contundentes en cuanto a las dificultades que enfrenta hoy el quehacer productivo en sus distintos rubros.

Cabe esperar la hechura de mejores condiciones generales para que ese importante quehacer se lleve a cabo. No puede ser otra la expectativa en un contexto como el de hoy, singularizado por tantos apremios y dificultades, para el quehacer productivo en general. Cabe esperar por eso la hechura de mejores expectativas que abran, por supuesto, horizontes regionales mucho más prometedores. Que sea así...

armentabalderramagerardo@gmail.com


DEJA UNA RESPUESTA