Desde la llegada de Cristóbal Colón a tierras que se creían La India, los pueblos originarios sintieron que el futuro iba ser incierto.
El salvaje actuar de Hernán Cortés para imponer la Corona Española fue crucial para someter pueblos originarios de este lado del planeta.
Muchos pueblos fueron aniquilados por no someterse y vivir bajo el yugo invasor.
La Iglesia como instrumento espiritual fue el arma para amansar y dominar a los que seguían rebeldes, era aceptar la cruz o la muerte.
Muchos pueblos originarios como la Etnia Yaqui, fue uno de los pueblos que aceptó la cruz, pero a su manera, es decir practicando una religión sincrética y no dejar de gobernar con sus leyes y defendiendo su soberanía y autonomía.
Aunque la escuela y el Gobierno yori hayan querido o quieran dar una interpretación diferente, donde el 12 de octubre es Día de la Raza, de la llegada de Cristóbal Colón a tierras nuevas y que todos los pueblos deban estar agradecidos por haber sido civilizados y occidentalizados.
Pero muchos pueblos no cayeron en esta ardid de los conquistadores, quienes sólo buscaban el sometimiento de los pueblos indígenas al nuevo virreinato.
Los yaquis y muchos pueblos originarios de México no reconocieron a los virreyes mucho menos se sometieron.
Cuando México logra independizarse muchos pueblos que participaron en esa lucha, querían que se reconocieran sus pueblos con sus territorios, sus gobiernos y sus sistemas sociales, políticos, económicos y religiosos.
Tras el nacimiento del nuevo Gobierno de México, los pueblos indígenas se vieron desplazados y despojados.
Este día los 68 grupos indígenas que han resistido más de 400 años de exterminio y con políticas públicas de los gobiernos emanados después de la Independencia, luego de la Revolución quieran integrarlos al país y que pierdan sus elementos de identidad. Pero no, los pueblos bajo sus sistemas de Gobierno, no se sometieron y siguen en resistencia y lucha para que sus sistemas normativos sean reconocidos plenamente y sean esas formas las que sean para gobernarse políticamente y socialmente.
Nadie descubrió a los pueblos originarios, estos ya estaban, con sus culturas, sus lenguas, sus territorios y sobre todo con sus cosmovisiones y filosofía.
No con leyes mexicanas se debe darle un juego en el marco político, social, productivo y religioso a los pueblos indígenas, si no que se reconozcan sus propios sistemas de Gobierno.
Los pueblos indígenas siguen en resistencia y este 12 de octubre, es un día más donde se hace extensivo a quien corresponda.
No a la invisibilidad ni a la destrucción de los usos y costumbres como se deba de dar el desarrollo a los pueblos originarios, sino con inclusión verdadera y sin simulación o engaños.