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Las Plumas

Conflicto en una escuela

Casetas ante la CNDH

Conflicto en una escuela

El tema de las casetas de cobro carretero en la Entidad es un poco como una canción repetida una y otra vez. Aunque hay diferencias entre uno y otro asunto. El de la canción depende propiamente de quien o quienes deseen escucharla indefinidamente. Allí normalmente no hay apremios de ninguna naturaleza.

En esta virtud, el caso de la carretera de cuatro carriles es distinto. Y vaya que sí. Concluya usted al tomar nota de lo siguiente: Once activistas por el “libre tránsito” presentaron una denuncia ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos por las graves violaciones que sufrieron por parte de policías estatales, el pasado 17 de julio en la caseta de Fundición, una de las dos existentes en Navojoa. La otra está en La Jaula, Bacabachi.

La nota periodística publicada por Diario del Mayo cita los nombres de quienes, hombres y mujeres, sufrieron agresiones por parte de la gendarmería estatal. Dijeron que la protesta en la caseta de cobro de Fundición fue para denunciar su ilegalidad, ya que desde el año 2011 debió ser eliminada. Señalaron que así lo estableció un acuerdo entre la Cámara de Diputados, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Banobras y Caminos y Puentes Federales.

No es la primera vez que sale a relucir la ilegalidad en la que presuntamente estaría operando no tanto la carretera de cuatro carriles, sino más bien su sistema de peaje, en tanto que ya se habría cumplido el tiempo de plazo en que solamente debió operar. Tal es una versión que no ha corrido con buena aceptación pública, seguramente porque no se corresponde con los hechos.

Pero de ser lo contrario, es decir, que es real la presunción de que en la Cuatro Carriles ya no es válido cobrarle a nadie ninguna clase de peaje, resulta obvio que tal certeza se habría acreditado ya de buenas a primeras. Pero igualmente habría que reconocer que, en una ambientación política y burocrática tan tortuosa y manipulable como la existente en el país, acaso se complique conocer hechos de primera mano como los que se comentan.

Si bien, en todo caso, en lo inmediato habrá que conocer el curso de la demanda planteada ante la CNDH por la agresión policiaca que sufrió un grupo de activistas, en julio pasado, en la caseta de peaje ubicada en Fundición. Quizá realmente no sea posible esperar buenas nuevas por parte de ese organismo. Porque parecería que allí no prosperan asuntos de esta naturaleza.

Mientras tanto, tiene que reconocerse, en otro género de asuntos, que hacía ya buen tiempo que en el ámbito sureño no surgían al conocimiento público problemas existentes en las escuelas del entorno. Pero esa tregua ha terminado, porque en la escuela primaria Felipe Salido trascendió que allí poco más de 600 mil pesos del programa “La Escuela es Nuestra” no ha sido posible invertirlos en el plantel ante la necesidad de obras manifiestas.

El director de la escuela, Salomé Yépiz Gil, obstruye la aplicación de esos recursos que podrían ayudar a solventar las muchas necesidades materiales existentes en el plantel. Padres de familia fueron los encargados de hacer esta denuncia, grave, sí, pero al mismo inexplicable en un ámbito escolar, donde se supone (bendita ingenuidad la de uno) que todos sus sectores tendrían que ser uno solo y trabajar armónicamente para solventar carencias y necesidades existentes.

Sin embargo, está visto que un iluso planteamiento como el anterior no rige en una buena parte de las escuelas sureñas, habida cuenta de los muy repetidos conflictos que a menudo surgen en un ámbito de esa naturaleza. “La Felipe Salido” (como se le conoce históricamente) es una escuela emblemática del sistema escolar navojoense. Por eso sorprende que esté en su turno de pasar por conflictos que realmente, a la hora de la hora, no se entiende por qué se materializan y que a veces llegan hasta extremos inimaginables.

Aunque también es propio reconocer que el tiempo no pasa en balde, y más cuando hay descuidos de por medio. Esto se dice porque quizá siempre se creyó que la Felipe Salido era, vista desde el exterior, una escuela sólida y bien plantada. Hoy se sabe que sus problemas son abrumadores. Por ejemplo, necesita cambio de vidrios porque los que tiene están rotos. Hay que cambiarle también chapas y protecciones. Necesita aparatos de refrigeración. Le hacen falta proyectores. No tiene computadoras. Y algo importantísimo: urge componer los baños.

He aquí, entonces, un recuento de problemas propios de una afamada escuela primaria de Navojoa. ¿Cuándo llegarán las soluciones? Es pregunta…

armentabalderramagerardo@gmail.com