El testamento
Septiembre 03, 2020 - 10:17 p.m.
Hay personas que pasan toda su vida esforzándose en mantener a su familia unida. En lograr que sus hijos lleven una buena relación entre ellos, pero por desidia, olvido, postergación, temor o indecisión, provocan todo lo contrario al momento de morir. Sí, por la falta de ese “papelito” llamado testamento se desatan guerras intestinas que cuestan, duelen y dividen a las familias. No lo podemos negar: los bienes que uno posee, por mínimos que estos sean, son y serán motivo de muy grandes disputas, tan graves que hasta provocan muertes.
Hay personas que pasan toda su vida esforzándose en mantener a su familia unida. En lograr que sus hijos lleven una buena relación entre ellos, pero por desidia, olvido, postergación, temor o indecisión, provocan todo lo contrario al momento de morir. Sí, por la falta de ese “papelito” llamado testamento se desatan guerras intestinas que cuestan, duelen y dividen a las familias. No lo podemos negar: los bienes que uno posee, por mínimos que estos sean, son y serán motivo de muy grandes disputas, tan graves que hasta provocan muertes.
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Y es que los mexicanos no tenemos la cultura del orden. Nos gusta el caos. O, de plano, pensamos que nunca nos vamos a morir, o que hacer testamento es sólo para los ricos, o que lo arreglen los interesados, pero tan solo el 5% de los mexicanos elabora legalmente este documento. Sí. Sólo el cinco por ciento, y ni con toda la promoción que se le da a este trámite no se logra aumentar el número de casos de sucesión de la última voluntad.
Este 2020, con el fin de fomentar más la cultura testamentaria, la promoción se extenderá hasta el mes de diciembre con un 50% de descuento, y será gratuito para los elementos de las Fuerzas Armadas, Bomberos, policías de los tres niveles de Gobierno, personal de Protección Civil, de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal, y por primera vez a los médicos y a todo aquel personal que trabaje en situaciones de riesgo por el coronavirus.
Septiembre, además de ser el mes patrio, es el mes del testamento, y no hay que desaprovechar la oportunidad de realizar esa simple declaración personal voluntaria, que expresa lo que uno quiere que se haga con sus bienes después de su muerte. Claro que debe ser un acto formal que debe cumplir con ciertos requisitos legales y que establecen un heredero o varios.
Hay que hacerlo por ser lo más conveniente para la familia que tanto quiere uno, y que es capaz de agarrarse del chongo por ¡una silla!, como me han comentado notarios.
Al final de cuentas, se dan casos en que arreglar legalmente todo el caos que se genera cuando muere alguien intestado, sale más caro.