Ser abuelo: una colaboración a futuro

Un abuelo en el plano existencial es un viejo sabio que ha envejecido satisfactoriamente, alguien que puede ser independiente cuyo vínculo familiar es diferente a la figura de padre porque a este corresponde la responsabilidad educativa formativa y de construcción de personalidad de su hijo, mientras que el adulto mayor tiene una colaboración con espacio y afecto que tiene que ser negociada entre padre y abuelo.

Para el psicólogo terapeuta José Alberto Guerrero Solían, uno de los ponentes del diplomado “Metodologías y Técnicas Psicológicas para el abordaje de conflictos emocionales”, que organiza DIF Cajeme y que va dirigido a los sicólogos del Centro de Integración de la Familia y del Adolescente (CIFA), la influencia del abuelo es un rol que se tiene que hablar en el seno de la familia.

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Con Doctorado en Psicoterapia Humanista e investigador de tiempo completo en la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), declaró que la familia debe ponerse de acuerdo hasta dónde llegan los límites de la participación de los abuelos frente a los menores.

Eso es algo muy específico de cada hogar, considera, ya que la familia mexicana es muy extendida y podría darse que en un núcleo no se quiera o se limite demasiado esta figura, algo que es poco probable porque en la mayoría de los casos es el abuelo quien cuida a los hijos mientras que el papá, la mamá, o ambos, se van a trabajar.

En término de responsabilidades, dijo, emocionalmente lo sano es llegar a acuerdos en los vínculos donde se diga hasta dónde llega el abuelo o abuela, saber qué responsabilidades le corresponden a cada quien, algo que es muy positivo, siempre y cuando se respeten esos acuerdos, sus límites sin dejar de lado que lo que enriquece el ser abuelo es dar y recibir afecto.

El especialista resaltó que para un niño es muy importante tener un abuelo que lo ame y que cuando ese abuelo muera, a ese niño cuando le toque ser abuelo lo recordará y se comportará de esa manera porque va a actuar de acuerdo a los modelos vividos en el seno de su familia, lo que indica que se aprende a ser padre viendo a nuestros padres y a ser abuelo viendo a nuestros abuelos.

La situación económica y de salud para el abuelo se agravó a causa de la entrada del Tratado de Libre Comercio desde hace 30 años, sostuvo, pues por ese mercado los estilos de vida cambiaron mucho y eso ha creado enfermedades degenerativas que condicionan a la vejez a vivir en una dependencia por enfermedad deteriorada por lo que entre Estado y sociedad se debe construir una vejez sana y que no necesariamente se tenga que pasar la vida postrado en cama.

En salud, si el abuelo no llega o no tiene una vejez satisfactoria o sana, que pueda vivir sin dependencias ni enfermedades graves como las que ahora se tienen y que son prevenibles como la hipertensión, diabetes o cáncer, ese abuelo será un dependiente del Estado y somos un país que junto a los Estados Unidos estamos con el mayor problema de obesidad del mundo.

A esos problemas desde los primeros momentos de vida se considera existen por una falta de trabajo del propio Estado que no crea un sistema educativo que advierta sobre lo que consumimos y permite que impere el consumo con base al libre mercado, lo que es causante de muchas de las enfermedades que nos hacen llegar a la adultez con mala salud.

EN DATOS

La estadística apunta que para 2050 la vejez va a aumentar mucho en el mundo y, estadísticamente, México debe estar en un 16 por ciento de vejez después de los 65 años y considerando que nuestro país es subdesarrollado, entonces se puede pensar que pronto seremos una nación de abuelos, sector de población que dentro de 30 años estará por arriba del 20 por ciento, lo que es muy elevado porque seremos una carga al sistema de pensiones y de salud, recursos que por falta de ahorro y previsión del Estado como por arte de magia han ido desapareciendo ese dinero.

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