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Ciudad Obregón

Drogadicción: camino al infierno

Testimonios de personas en recuperación sostienen que sí se puede salir adelante

Drogadicción: camino al infierno

Rafael Sandoval conoció el alcohol y otras drogas que no pudo dejar ni siquiera al formar una familia.

Su vida se volvió ingobernable, no tenía el control de sí mismo, era totalmente diferente estando sobrio que drogado: “Yo, si tomaba, chocaba; si consumía otras cosas, también era un desastre”.

Mecánico de oficio y originario de Guasave, Sinaloa, una hermana suya decidió internarlo en el Centro de Recuperación y Rehabilitación para Enfermos de Alcoholismo (Crread).

“Yo llegué ahí y la visita tardó algo en llegarme porque tenía mala conducta y hacía todo lo posible por no tenerla, me peleaba con mis compañeros y por eso se extendió el tiempo, no porque me la haya ganado.

“Un día llegó mi hermana porque pensó que ‘cómo era posible no saber cómo estaba yo, cómo me encontraba’ y viajó desde Hermosillo hasta Guasave. Yo le dije que no tenía nada que hacer ahí, yo estaba enojado con ella porque me habían ingresado contra mi voluntad”, narró.

EL CAMBIO

Su vida cambió desde ese día y hace ya 26 años que se encuentra en el proceso de recuperación e incluso logró ser, con el tiempo, Director del Crread en Ciudad Obregón, que abrió sus puertas en 1998.

“Yo jamás regresé a la casa, mi esposa se vino, se trajo a mis hijos y dejó su trabajo, su residencia, yo tenía un taller y me dijeron que regresara, pero yo no quise, les dije que si querían que estuviera bien, aquí me iba a quedar”, comentó.

Desde ese día y hasta la fecha, Rafael encontró su misión en la vida: servir a otros adictos para ayudarles en su proceso de recuperación, preparándose constantemente como capacitador certificado para atender a adultos y a menores con problemas de adicción.

“AMISTADES”, PUERTA A LAS DROGAS

Lamentablemente no todos tienen la suerte de Rafael, pues hay a quienes las drogas los atrapan para siempre y jamás regresan, como le sucedió a Jorge “El Chino”, a los 16 años de edad.

“Mi hijo comenzó con mariguana, era para él como un juego, algo de moda, pero luego sus amigos lo llevaron a consumir “crystal”. Primero lo empecé a ver flaco, después con una delgadez extrema y marcas en la cara, ahí me di cuenta que ya cualquier día podía perderlo.

“Intenté todo para que lo dejara, lo interné una vez, salió, estuvo limpio unas semanas hasta que cayó de nuevo por invitación de sus amigos. A unos de ellos los mataron y hoy mi hijo es un enfermo mental, con 20 años de edad, quedó como dicen,“arriba”, no trabaja, no estudia, no puede realizar muchas actividades porque tiene delirios; vivo en el infierno”, dijo María Ruiz, madre de Jorge.

FRÍAS ESTADÍSTICAS

Según datos de la Fundación Amor y Convicción, el consumo de drogas en menores que radican en Méxicoaumentó entre 2002 y 2017 un 300 por ciento.

El más reciente estudio realizado en Sonora (2018-2019), con mil 250 estudiantes de secundarias públicas y privadas de los municipios de Hermosillo, Moctezuma, Cajeme y Divisaderos, el promedio de inicio en el consumo de drogas es a partir de los 14 años de edad con un 42 por ciento.

Dicha muestra arrojó que el 31.7 por ciento, consumió drogas por primera vez con sus amigos; 19 por ciento, con su familia, y 2 por ciento, con vecinos.

El 38.3 por ciento quería saber qué se siente y un 9.7 por ciento, porque uno o dos de sus padres también consumen drogas de cualquier tipo.

¡SÍ SE PUEDE ESTAR LIMPIO!

A Rafael Sandoval su vida le cambió totalmente y de ser un adicto, su recuperación comenzó hace 26 años.

“Sí se puede estar limpio, es un camino difícil, pero es cuestión también de primero aceptar nuestra vida ingobernable y luego voluntad, más de esto uno nunca se recupera, se vive en recuperación”, expuso.

Él ha dedicado más de 20 años en el apoyo de otros jóvenes y adultos para salir adelante.

“Aquí en Crread hay muchas personas a las que hemos logrado salvar sus vidas, atendemos a más de 130 hombres que llevan la terapia un año. A las mujeres nosotros las canalizamos a otros centros, aquí no atendemos, pero tenemos los contactos para que ellas también puedan iniciar su recuperación”, expuso.

Rafael Sandoval es un claro ejemplo de que las adicciones fueron el comienzo de su infierno, pero al tocar fondo y querer salir, descubrir que hay otra oportunidad.

FRASE:

“Ingresé a los 28 años y mi proceso de recuperación ha sido con la ayuda de mis compañeros. Yo doy gracias a Dios de haber llegado a un programa de recuperación. Sí se puede. Es cuestión de voluntad”   Rafael Sandoval