Expertos en imagen personal y enfoques como la biodescodificación coinciden en que el cabello es una poderosa herramienta de comunicación no verbal
Por: Jhoanna Ontiveros Peraza
El cabello no es solo un marco para el rostro, es una extensión de la personalidad y un espejo emocional. Desde un estilo clásico y pulido hasta un look atrevido y lleno de color, cada elección capilar puede revelar quién eres, cómo te sientes y qué mensaje quieres proyectar al mundo.
Hoy, aunque las motivaciones han cambiado, sigue cumpliendo una función comunicativa poderosa: nuestro peinado habla incluso antes de que pronunciemos una sola palabra
¿TU CORTE DE CABELLO HABLA POR TI?
De acuerdo con especialistas en imagen personal y enfoques como la biodescodificación, el cabello puede actuar como un "termómetro" de las emociones. Un corte radical, un cambio de color o un estilo más elaborado pueden indicar el inicio de una nueva etapa, una búsqueda de empoderamiento o una manera de reafirmar la propia personalidad.
Las emociones no solo influyen en cómo llevamos el pelo; también el cabello impacta en cómo nos percibimos a nosotros mismos y cómo nos perciben los demás. Un peinado que nos favorece puede elevar la autoestima, aumentar la confianza y proyectar seguridad.
ASÍ INFLUYEN LAS EMOCIONES EN TU PEINADO
A lo largo de la historia, el cabello ha sido utilizado para enviar señales sociales y emocionales. Hoy, esas señales siguen vigentes:
- Estilos clásicos (moños, cortes, bob, melenas lisas): transmiten profesionalidad, equilibrio emocional y atención al detalle.
- Looks desenfadados (ondas naturales, messy buns, cabello suelto): reflejan autenticidad, cercanía y espíritu libre.
- Peinados atrevidos (colores vibrantes, cortes radicales, rapados): proyectan rebeldía, fuerza interior y deseo de romper moldes.
Además, el cabello puede ser un termómetro emocional: cortarse el pelo tras una ruptura, cambiar de color al iniciar una nueva etapa o buscar un look más fresco en primavera son gestos que acompañan procesos internos de cambio y empoderamiento.
En definitiva, el peinado va mucho más allá de la estética. Es una declaración de identidad y un vehículo de expresión emocional que habla incluso antes de pronunciar una sola palabra.