Es reconocido como un modelo de conversión, sabiduría y búsqueda incesante de la verdad y su legado permanece intacto a lo largo de los siglos
Por: Ofelia Fierros
El Santoral de la Iglesia Católica celebra hoy, 28 de agosto, a San Agustín de Hipona, uno de los más grandes pensadores y teólogos de la antigüedad, conocido por su influencia en la filosofía, la teología y el pensamiento cristiano.
San Agustín, quien nació en el año 354 en Tagaste, en lo que hoy es Argelia, es recordado no solo por su contribución intelectual, sino también por su profunda conversión espiritual y su legado como Doctor de la Iglesia.
San Agustín fue un brillante orador, filósofo y teólogo, autor de dos obras fundamentales: "Confesiones" y "La Ciudad de Dios", en las cuales abordó cuestiones de la fe, la moral y la relación del ser humano con lo divino. Su obra sentó las bases del pensamiento cristiano occidental, marcando un hito en la historia del pensamiento humano.
San Agustín, Doctor de la Iglesia. Foto: ACI PRENSA.
HIJO DE SANTA MÓNICA, PATRONA DE LAS MADRES Y LAS ESPOSAS
En su juventud, Agustín llevó una vida de excesos y placeres mundanos, distanciado de la fe cristiana. Sin embargo, la influencia constante de su madre, Santa Mónica, quien rezaba incansablemente por su conversión, lo llevó finalmente a abrazar el cristianismo a los 33 años en Milán, en el año 387. Fue bautizado junto a su hijo, Adeodato, quien fallecería a una edad temprana. Agustín siempre manifestó que su conversión fue tardía, lamentando haber dedicado gran parte de su vida a la búsqueda de lo efímero.
La muerte de su madre en el mismo año de su conversión dejó una profunda marca en Agustín, quien reconoció su gran dedicación por su bienestar espiritual. Esta experiencia de amor maternal y fe inquebrantable fue fundamental para su desarrollo como líder eclesiástico.
San Agustín, quien fue sacerdote y luego obispo de Hipona, murió el 28 de agosto de 430, a los 75 años. Tras su muerte, su cuerpo fue enterrado en Hipona, pero posteriormente fue trasladado a Pavía, Italia. Su pensamiento sigue siendo una fuente de inspiración y reflexión para millones de cristianos alrededor del mundo.
Hoy, en su festividad, la Iglesia celebra a San Agustín como un modelo de conversión, sabiduría y búsqueda incesante de la verdad.