A pesar de que este electrodoméstico es altamente usado, no todos los platillos pueden ser calentados aquí por riesgos al equipo o la salud
Por: Jesús Álvarez
Aunque el microondas se ha consolidado como un electrodoméstico indispensable en los hogares por su rapidez y conveniencia, expertos en seguridad alimentaria advierten sobre los peligros de calentar ciertos alimentos en este aparato. Algunos expertos han revelado las comidas que no se deben calentar en este equipo por los riesgos que existen.
Si bien es una herramienta útil para recalentar de forma segura una variedad de platillos, existen comidas que, por su composición o la forma en que reaccionan al calor de las microondas, pueden representar un riesgo para la salud o dañar el equipo; por lo que es esencial evitarlos al momento de usar este aparato electrodoméstico.
COMIDAS QUE NO SE DEBEN CALENTAR EN EL MICROONDAS
Son varias las comidas que se deben evitar calentar en el microondas, esto debido a que principalmente pueden volverse peligrosos por bacterias o en otros casos; dañar el equipo de manera permanente. Los expertos han compartido los alimentos que no se deben calentar en este electrodoméstico.
ARROZ
Uno de los alimentos que encabeza la lista de los "prohibidos" es el arroz cocido. Aunque parezca inofensivo, este cereal puede contener esporas de la bacteria Bacillus cereus, que sobrevive a la cocción. Cuando el arroz se deja a temperatura ambiente por un tiempo prolongado y luego se recalienta de manera desigual en el microondas, estas esporas pueden activarse y producir toxinas que causan intoxicación alimentaria.
VERDURAS DE HOJA VERDE
Las espinacas, acelgas y otras verduras de hoja verde son ricas en nitratos, compuestos que, al ser calentados repetidamente o de forma inadecuada en el microondas, pueden transformarse en nitrosaminas, consideradas potencialmente cancerígenas. La recomendación de los expertos es consumir estas verduras recién cocidas para evitar cualquier riesgo.
HUEVOS CON CÁSCARA
Calentar un huevo con cáscara en el microondas es una de las prácticas más peligrosas y desaconsejadas. El calor del microondas provoca que el agua dentro del huevo se convierta en vapor a gran velocidad. Al no tener por donde escapar, la presión se acumula hasta que la cáscara no puede contenerla más, lo que resulta en una explosión violenta que no solo ensucia el interior del aparato, sino que puede causar quemaduras graves.