¿Es bueno comer pechuga de pollo todos los días? Esto dicen los expertos

Su bajo contenido de grasa y su riqueza en nutrientes han hecho que este corte se convierta en el favorito de los que buscan mantener una dieta

Por: Jhoanna Ontiveros Peraza

La pechuga de pollo ha logrado un lugar privilegiado en los planes alimenticios de millones de personas. Su bajo contenido de grasa, su versatilidad en la cocina y su riqueza en nutrientes han hecho que este corte se convierta en el favorito de quienes buscan mantener una dieta equilibrada y saludable.

Sin embargo, más allá de su popularidad, recientes investigaciones y la opinión de especialistas confirman que sus beneficios van mucho más allá de ser simplemente una opción "ligera" en el plato.

BENEFICIOS DE LA PECHUGA DE POLLO

De acuerdo con un informe de The New York Times y expertos como Heidi Silver, directora del Diet, Body Composition and Metabolism Core de la Universidad Vanderbilt, la pechuga de pollo destaca por su aporte de vitaminas del complejo B, esenciales para la producción de neurotransmisores como la dopamina, serotonina y melatonina, los cuales son clave para el bienestar emocional y el funcionamiento cognitivo.

Una porción de este corte puede cubrir más del 70 por ciento del requerimiento diario de vitamina B6 y más de la mitad de vitamina B3.

En términos de composición, 100 gramos de pechuga de pollo sin piel contienen aproximadamente 32 gramos de proteína y 160 calorías, lo que representa casi la mitad de la ingesta diaria recomendada de proteína para un adulto promedio. Además, aporta ácidos grasos como el oleico y linoleico, relacionados con la salud cardiovascular.

¿ES BUENO COMER PECHUGA DE POLLO TODOS LOS DÍAS?

Los especialistas consultados coinciden en que, aunque otros cortes del pollo también ofrecen beneficios, la pechuga mantiene una superioridad nutricional por su concentración de proteínas y bajo contenido graso, especialmente si se consume sin piel. Su consumo frecuente puede ayudar en la reparación celular, la producción de anticuerpos y la síntesis de enzimas esenciales.

No obstante, advierten que comer más pechuga de pollo no significa prevenir o curar enfermedades, por lo que cualquier cambio en la dieta debe realizarse bajo la supervisión de un profesional de la salud. La clave, señalan, está en mantener una alimentación variada que incluya otros cortes y fuentes de proteína para garantizar un equilibrio nutricional óptimo.