Tradiciones se mantienen vivas gracias a quienes buscan comenzar el próximo ciclo con esperanza, intención y un toque de diversión.
Por: Fernanda Rodríguez
Con la llegada del 2026, muchas personas aprovechan este momento para dejar atrás lo negativo, reenfocarse y abrir espacio para nuevas oportunidades. Entre esta mezcla de emociones y propósitos, es común recurrir a pequeños rituales que, más allá de las supersticiones, se han convertido en una manera simbólica y divertida de atraer bienestar en distintas áreas como la salud, el amor, el dinero o los viajes.
Estas prácticas han acompañado a generaciones enteras, cuando diciembre termina, vuelven con más fuerza en los hogares.
Ropa interior de colores: una tradición que nunca pasa de moda
Uno de los hábitos más populares cada fin de año es elegir el color de la ropa interior. La creencia señala que cada tonalidad tiene un significado especial para atraer lo que más deseas:
- Rojo: Amor y pasión.
- Amarillo: Prosperidad y éxito.
- Verde: Salud y esperanza.
- Azul: Tranquilidad y protección.
Pero si no cuentas con prendas de esos colores, la alternativa es encender una veladora del mismo tono. Se considera que su energía vibra con la misma intención, por lo que funciona igualmente para quienes quieren seguir la tradición.
Correr con maletas: el ritual favorito de los amantes de los viajes
Para quienes sueñan con conocer nuevos lugares en 2026, existe un clásico que nunca falla, correr por la cuadra con una o varias maletas justo al dar la medianoche. No importa si están vacías o llenas, lo importante es el gesto simbólico que, según la tradición, abre la puerta a un año lleno de aventuras, caminos nuevos y experiencias lejos de casa.
Una llave en el zapato: un paso simbólico hacia un nuevo hogar
Quienes creen en este ritual aseguran que dar ese paso representa abrir posibilidades hacia tener casa propia o lograr estabilidad en el espacio donde se vive.
Comer 12 uvas: deseos para cada mes del año
Cada uva simboliza un deseo o propósito para los doce meses, así que muchos recomiendan preparar previamente una lista para tener claro lo que se quiere atraer.
Escribir deseos y quemarlos
Otra práctica muy común es escribir tanto los deseos como aquello que se desea dejar atrás. Lo negativo se quema justo al comenzar el año para dejarlo ir con el viento, mientras que los buenos anhelos se guardan como guía para los siguientes meses.
Estas costumbres, más que supersticiones, se han convertido en una manera de conectar con nuestras emociones, revisar lo vivido y proyectar un mejor camino hacia el futuro. Cada persona encuentra en estos rituales un momento para reflexionar, agradecer y soñar en grande.
Sin importar la forma en que se celebren, lo más importante es hacerlo con intención, cariño y esperanza. Después de todo, iniciar el año con buena energía siempre es una excelente forma de darle la bienvenida a un nuevo capítulo lleno de posibilidades.