Un integrante del equipo organizador señaló a los afectados que la única alternativa era acudir a Profeco para formalizar su inconformidad.
Por: Fernanda Rodríguez
El concierto de José Madero, realizado el pasado viernes 5 de diciembre en la Plaza Sol del parque Vicente Guerrero, terminó envuelto en inconformidades por parte del público, luego de que decenas de asistentes denunciaran una evidente falta de organización, especialmente en la separación entre quienes adquirieron boletos VIP y los de zona general.
De acuerdo con los testimonios recopilados, al momento de ingresar al recinto sí se realizó una división entre ambos tipos de boletos. Sin embargo, dentro del área del concierto la situación cambió por completo, no existió ningún control para mantener las zonas delimitadas y los asistentes terminaron mezclados sin supervisión del personal encargado.
Testimonios de asistentes inconformes
"Es muy injusto, porque pagamos por una experiencia más cercana al artista. No es culpa de quienes compraron boletos generales, sino de la mala organización de quienes estaban encargados de esto", comentó Diana, una de las asistentes que afirmó haber pagado por un acceso VIP que no se respetó.
Otros asistentes señalaron que en ningún momento hubo personal que regulara el flujo hacia las zonas, lo que permitió que cualquier persona se ubicara en el área preferente pese a no haber pagado por ella. La situación generó discusiones, empujones y un ambiente de frustración para quienes esperaban una experiencia más exclusiva.
Diferencias de precios generan más molestia
La inconformidad aumentó por la diferencia económica entre ambos tipos de boleto. Según los asistentes, el acceso VIP costó cerca de 2 mil 100 pesos, mientras que el boleto general rondó los mil 600, una diferencia de aproximadamente 500 pesos.
"De haber sabido que esto iba a pasar, habría comprado un boleto general y me habría alcanzado para mercancía oficial del artista, porque no es nada barata", expresó Omar, otro afectado. Además, aseguró que, al acercarse a un organizador para pedir una solución, la única respuesta fue que presentara una queja ante la Profeco.
SEÑALAMIENTOS A ORGANIZADORES Y FALTA DE RESPUESTA
Los asistentes apuntaron como responsables a la organización encargada del concierto. No se ha emitido ningún comunicado oficial sobre lo ocurrido, pese a las múltiples quejas públicas. Los consumidores mencionaron que el patronato del parque Vicente Guerrero tampoco brindó atención a la problemática. Algunos usuarios relataron que, al intentar comunicarse con la directora del parque, Karla Pavón, no obtuvieron respuesta. Incluso señalaron que fueron bloqueados de las redes sociales oficiales del parque al intentar solicitar apoyo o aclaraciones.
"Mandé mensaje a la página del parque Vicente Guerrero y comenté en sus publicaciones para pedir ayuda, pero me bloquearon y limitaron los comentarios en sus redes sociales, como en Facebook", detalló Omar.
IMPACTO EN LA EXPERIENCIA DEL PÚBLICO
Para muchos, el concierto dejó una sensación amarga pese a la presentación del artista, por quien aseguran haber asistido con entusiasmo. Lo que prometía ser un evento especial terminó convertido en un ejemplo de desorganización que, según los testimonios, afectó tanto a quienes pagaron accesos preferenciales como a quienes buscaron ubicarse sin conflictos dentro del área general.
La falta de delimitación física, ausencia de personal de control y respuestas evasivas por parte de los organizadores se convirtieron en los principales argumentos expresados por el público inconforme.
Los asistentes esperan que los organizadores de eventos masivos en la región fortalezcan sus estructuras operativas, mejoren la logística de accesos diferenciados y garanticen la seguridad y experiencia del público.