La escasez de lluvias mantiene en alerta los niveles de las presas del Río Yaqui, que hoy almacenan apenas el 30% de su capacidad total
Por: Jhoanna Ontiveros Peraza
La escasez de lluvias en el sur de Sonora continúa afectando gravemente la disponibilidad de agua en la cuenca del Río Yaqui, poniendo en riesgo el suministro tanto para consumo humano como para actividades agrícolas e industriales en la región. Las presas Angostura, Novillo y Oviáchic, pilares del abastecimiento hídrico, presentan niveles de almacenamiento muy por debajo de lo esperado para esta temporada.
Al corte del lunes 29 de septiembre, el volumen conjunto de los embalses Angostura, Novillo y Oviáchic alcanzó apenas 2,083.6 millones de metros cúbicos (Mm³).
NIVEL DE LAS PRESAS DEL RÍO YAQUI
De acuerdo con el reporte más reciente de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), al jueves 2 de octubre, los tres embalses almacenan en conjunto 2,113.1 millones de metros cúbicos (Mm³), equivalente apenas al 30.1 % de su capacidad total.
Aunque esta cifra representa un incremento de 736.9 Mm³ respecto al mismo periodo de 2024, las autoridades advierten que la recuperación sigue siendo insuficiente debido a la falta de precipitaciones sostenidas.
ESTADO ACTUAL DE LAS PRESAS DEL RÍO YAQUI
El reporte de hoy jueves 2 de octubre detalla el estado actual de cada embalse que se encuentran en niveles de almacenamiento preocupantes:
- Presa Angostura: 305.3 Mm³, al 40.1 % de su capacidad, con un aporte de 23.55 m³/s y sin registro de lluvias recientes.
- Presa Novillo: 1,362.0 Mm³, al 45.1 % de su capacidad, con un aporte de 78.97 m³/s y sin precipitaciones.
- Presa Oviáchic: 445.7 Mm³, apenas al 13.8 % de su capacidad, sin aportes recientes ni lluvias registradas.
En conjunto, los embalses recibieron un aporte de 102.52 m³/s, cantidad que resulta insuficiente para cubrir la demanda de agua en la zona. Las autoridades mantienen vigilancia constante sobre los niveles de almacenamiento y hacen un llamado a la población a extremar el uso responsable del recurso hídrico.
La situación pone de relieve la vulnerabilidad de la región ante la sequía y la necesidad de estrategias de gestión del agua más sostenibles, mientras se espera que las lluvias lleguen para aliviar la crisis.