VIDEO | Así luce por dentro la mansión abandonada de Porfirio Díaz en Jalisco

Un video de TikTok revivió el interés por la antigua propiedad de uno de los personajes más importantes de la historia de México

Por: Brayam Chávez

La mansión de Porfirio Díaz está ubicada en Maltaraña, también conocido como "La Palmita", municipio de Jamay, Jalisco, al pie del Río Lerma. A la hacienda actualmente se le conoce como "La Bella Cristina" o La Finca.

LA MANSIÓN DE PORFIRIO DÍAZ

La mansión, que una vez fue símbolo de opulencia y poder durante la presidencia de Porfirio Díaz, hoy se encuentra en ruinas, perdida en el olvido y el abandono. Ubicada en las montañas de Jalisco, esta residencia histórica ha sido testigo de tiempos turbulentos y glorias pasadas, pero ahora sus muros silenciosos cuentan historias de decadencia y desolación.

Al ingresar a la mansión, se pueden observar los restos de lo que alguna vez fueron lujosos acabados. Las paredes, ahora desgastadas y desmoronadas, están cubiertas de moho y humedad, pero aún conservan detalles arquitectónicos que rememoran su glorioso pasado. Las ventanas, rotas y desmoronadas, dejan pasar la luz de la mañana, revelando estancias vacías que alguna vez estuvieron adornadas con tapices, muebles finos y objetos de arte europeos.

De acuerdo con información de locales, se decía que en su momento de esplendor la casa tenía 365 puertas y ventanas, una por cada día del año. Una mansión de gran belleza que llegó a ser saqueada durante la Revolución Mexicana.

Actualmente, pese a su estado de abandono, no deja de ser un escenario de gran belleza que inspira a fotógrafos para múltiples sesiones y eventos musicales en su jardín a un lado del Río Lerma.

UNA MANSIÓN CON HISTORIA

La mansión de Porfirio Díaz no solo es un sitio lleno de historia, sino que también ofrece un vistazo a la decadencia de lo que alguna vez fue un símbolo del poder y el lujo. Hoy, se encuentra en una lucha constante contra el paso del tiempo, y aunque ha sido víctima de saqueos y del abandono, sigue siendo un emblema de una época que marcó el destino de México.

Visitar este lugar, con sus paredes caídas y su atmósfera desolada, es una experiencia que evoca tanto nostalgia como reflexión sobre la fragilidad de las estructuras humanas y el paso inexorable del tiempo.