¿Qué significa la flor de cempasúchil y por qué es símbolo del Día de Muertos?

Su presencia en cada altar y panteón no solo simboliza la memoria de los que se fueron, sino también la riqueza cultural del país

Por: Brayam Chávez

El Día de Muertos es una de las celebraciones más importantes y representativas de México. Cada año, a principios de noviembre, los hogares se llenan de color, aroma y tradición para honrar a los seres queridos que ya partieron. En esta festividad, la flor de cempasúchil se convierte en el elemento más emblemático de los altares y ofrendas, símbolo de vida, muerte y reencuentro espiritual.

Desde tiempos prehispánicos, los mexicas consideraban al cempasúchil como una flor sagrada asociada al sol. La colocaban sobre las tumbas y ofrendas, pues creían que su color dorado conservaba el calor del día y que su aroma intenso ayudaba a guiar a las almas de los difuntos hacia el mundo de los vivos.

EL SIGNIFICADO DEL CEMPASÚCHIL

El nombre "cempasúchil" proviene del náhuatl cempoalxóchitl, que significa "flor de veinte pétalos" o "flor de la veintena". Este número simbolizaba abundancia y plenitud para las antiguas culturas mesoamericanas. Además de su uso en los rituales funerarios, se dice que sus pétalos se empleaban para empolvar el rostro de los prisioneros antes de ser sacrificados, como un acto de respeto para que no sintieran la muerte.

La flor, de tonos amarillos y naranjas brillantes, representa la luz del sol, la energía vital que conecta a los vivos con los muertos. Por eso, aún hoy, se utiliza para decorar altares, cementerios y hogares, manteniendo viva la conexión entre el pasado y el presente.

DE LA COSECHA A LA OFRENDA

El uso del cempasúchil en el Día de Muertos también tiene un fuerte vínculo con las antiguas festividades agrícolas. En la época prehispánica, el 1 y 2 de noviembre se celebraba el final de las cosechas, un momento de agradecimiento a la tierra y a los dioses por los frutos obtenidos. Las flores, junto con otros productos agrícolas, eran ofrendadas como símbolo de gratitud y continuidad de la vida.

Hoy en día, esa costumbre persiste. Muchas familias mexicanas colocan senderos de pétalos de cempasúchil desde la entrada de sus casas hasta el altar, para que las almas encuentren el camino hacia la ofrenda preparada en su honor. Es un gesto de amor que une generaciones y mantiene viva la tradición.

EL CEMPASÚCHIL, SÍMBOLO DE IDENTIDAD NACIONAL

El cempasúchil es originario de México y ha trascendido las fronteras como un ícono de la cultura mexicana. Su presencia en cada altar y panteón durante el Día de Muertos no solo simboliza la memoria de los que se fueron, sino también la riqueza cultural del país.

En distintas regiones y lenguas indígenas, esta flor recibe nombres diferentes: miccailhuitl en náhuatl, ninín en totonaco, xantolo en huasteco y animechakejtzitakuca en purépecha, lo que refleja su profundo arraigo en las tradiciones ancestrales.

EL CEMPASÚCHIL EN CIFRAS

De acuerdo con datos de 2023, la producción nacional de esta flor alcanzó cifras impresionantes:

  • Mil 558 gruesas
  • 21 mil 355 toneladas
  • 518 mil 712 manojos
  • Dos millones 368 mil 200 plantas

Estas cifras demuestran que el cempasúchil no solo tiene un valor cultural y simbólico, sino también económico, al ser una de las flores más demandadas en México durante esta época del año.

La flor de cempasúchil, con su color, aroma y significado, sigue guiando el camino de las almas cada Día de Muertos, recordándonos que la muerte no es el final, sino una nueva forma de encuentro entre quienes partieron y quienes los recuerdan con amor.