Ajustar la temperatura de tu aparato de refrigeración ayudará a tener un verano fresco y, al mismo tiempo, a ahorrar en los costos de energía
Por: Ofelia Fierros
Ajustar la temperatura de tu aire acondicionado durante los meses más calurosos no solo maximiza tu comodidad, sino que también tiene un impacto significativo en la eficiencia energética de tu hogar.
Para lograr un equilibrio entre confort y ahorro energético, es fundamental encontrar la temperatura ideal, que puede variar dependiendo de varios factores como la ubicación y el diseño de tu espacio.
¿CUÁL ES LA TEMPERATURA CORRECTA PARA TENER EL AIRE ACONDICIONADO EN VERANO?
Durante los meses cálidos, se recomienda mantener la temperatura del aire acondicionado entre 22 y 26 grados centígrados, ya que este rango ha sido establecido por diversos fabricantes y expertos en climatización como el más eficiente para proporcionar un ambiente confortable sin sobrecargar el sistema de enfriamiento.
Mantener tu hogar dentro de este rango no solo asegura un ambiente habitable óptimo, sino que también contribuye a la reducción de las facturas de energía.
TIPS PARA UN USO ÓPTIMO DEL AIRE ACONDICIONADO
Para optimizar el uso del aire acondicionado, considera estrategias adicionales como el uso de cortinas en ventanas grandes. Esta sencilla medida ayuda a mantener el calor fuera durante el verano, reduciendoel uso del aire acondicionado y, por lo tanto, el consumo energético.
Los ventiladores también pueden complementar el sistema de aire acondicionado, mejorando la circulación del aire y aumentando la sensación de frescura.
Además, hay que tener en cuenta que factores como la cantidad de luz solar que recibe una habitación y su ubicación pueden influir en la necesidad de ajustar la temperatura dentro del rango recomendado. Asimismo, si realizas actividades físicas intensas, podrías sentir la necesidad de bajar un poco la temperatura, aunque esto incrementará el consumo energético y, por ende, el costo de tu recibo de luz.
El control de la humedad también es importante, ya que esta puede provocar que el aire se sienta más cálido y pegajoso, mientras que un ambiente más seco puede resultar en una sensación de frescura excesiva.
Mantener la humedad bajo control no solo mejora el confort, sino que también previene problemas de salud relacionados con el moho y las alergias, y protege tus muebles y equipos electrónicos.