La capacidad para tomar decisiones analíticas influye de manera determinante
Por: Luis Valenzuela
El poker es un juego que tiene muchas facetas, y demanda de los jugadores que pongan en liza destrezas estratégicas, matemáticas y psicológicas. Del peso de estas últimas habilidades vamos a hablar en este artículo centrándonos en la vertiente online, ya que el peso del factor psicológico no se circunscribe ni mucho menos a las partidas presenciales .
Un primer aspecto en el que la psicología influye de manera determinante es en la toma de decisiones. Así, el estado de ánimo, los sesgos cognitivos o la mentalidad del jugador pueden abocarle a equivocarse, y retirarse de una mano prometedora por miedo a perder. O por el contrario, a aventurarse más allá de lo que sería lógico por un exceso de confianza que le atrofie la percepción del riesgo.
La capacidad para tomar decisiones analíticas es particularmente relevante cuando hablamos de juegos de póker online, en los que no se puede leer el lenguaje no verbal de los otros jugadores, y por tanto se ha de decidir con base solo a la información que proporciona una pantalla.
De ahí, que uno de los rasgos distintivos de los jugadores de poker expertos sea precisamente la habilidad de optar por la decisión más lógica y fundamentada, en situaciones tan inciertas y cambiantes como las que se pueden llegar a dar a lo largo de una partida,
La adaptación al cambio
Por lo que acabamos de referir, la adaptabilidad es una cualidad psicológica clave cuando hablamos de un juego en el que las cartas cambian cada mano, y hasta los contrincantes pueden rotar a menudo si se trata de partidas online.
Además, no solo influye la adaptación al cambio, ya que también entra en juego la capacidad del jugador para aprender de sus errores y mejorar. Este ejercicio de introspección tiene un importante componente psicológico, en tanto en cuanto implica tener una autoconsciencia sobre los sesgos mentales y los estados emocionales que han llevado a tomar las decisiones equivocadas.
El valor de la paciencia en el poker
En el poker como en el resto de juegos de azar opera una lógica expectativa de conseguir ganancias, pero si se asume que es un juego trepidante que se reinicia con cada mano, la virtud de saber esperar emerge como una cualidad muy valiosa.
Por ello, los jugadores impulsivos e impacientes siempre están en desventaja con respecto a los que saben aguardar a que llegue su momento. Se trata de saber controlar las emociones y mantener la calma incluso en los momentos culmen de las partidas, como por ejemplo cuando se dirime ganar una gran mano.
La paciencia es una virtud que ayuda a entender que si las cartas no sonríen ahora pueden hacerlo en la próxima partida, y que por tanto no hay dejar que la precipitación impida una decisión lógica y bien fundamentada, aunque esta sea la de retirarse.
La empatía, una cualidad imprescindible
Tradicionalmente la capacidad para ponerse en el lugar del otro se ha concebido como una virtud altruista, pero también repercute en beneficio de uno mismo, ya que la empatía llevar a entender la perspectiva del rival y las emociones que puede estar experimentando.
Asimismo, sirve para detectar patrones comportamiento e ir modulando la estrategia en función de los mismos. Por ejemplo, si notamos que el juego de un jugador es conservador, resulta más sencillo predecir cómo se va a comportar ese rival ante determinadas situaciones de la partida que se vayan suscitando.
Otro tanto ocurre, en el extremo contrario, cuando estamos ante un oponente con un juego agresivo que incluye hasta eventuales faroles. En este caso, es relativamente sencillo prever de acuerdo a su mentalidad cómo se puede comportar en una partida en la que si bien no ha ligado ninguna combinación prometedora, existe una gran recompensa y el resto de aspirantes no dan la impresión de llevar buenas cartas…
grandes empresas hasta en clubes de fútbol.
Esto da una idea bastante certera de la complejidad que tiene y lo atractivo que resulta un juego que requiere desde destrezas estratégicas y matemáticas, hasta las psicológicas que hemos visto.