La historai de la misteriosa roca que, según se dice, guarda un oscuro poder y permanece incrustada en los muros de este icónico recinto zacatecano
Por: Jhoanna Ontiveros Peraza
La Catedral de Zacatecas, uno de los íconos arquitectónicos más impresionantes del país, guarda un oscuro secreto en sus muros: la enigmática Piedra Negra. Esta legendaria roca es protagonista de una historia de ambición, tragedia y maldiciones, que se remonta a la época virreinal, en Vetagrande, Zacatecas.
¿DE DÓNDE SURGIÓ LA LEYENDA DE LA PIEDRA NEGRA DE ZACATECAS?
Durante los tiempos del Virreinato, dos amigos, Misael Galán y Gildardo Higinio, hartos de las míseras recompensas de su trabajo, decidieron emprender una aventura en busca de riqueza propia. Internándose en la sierra zacatecana, soportaron meses de penurias hasta encontrar una cueva misteriosa. Allí, tras arduas excavaciones, su suerte cambió: una enorme piedra dorada apareció ante sus ojos.
Sin embargo, lo que parecía el inicio de una vida próspera se tornó en tragedia. Un espíritu maligno, aprovechando la codicia de Gildardo, sembró la duda en su corazón. Cegado por la avaricia, Gildardo asesinó a Misael, su compañero y amigo, en un intento de quedarse con la piedra. Pero el espíritu le advirtió que, por su pecado, estaría condenado a custodiar la piedra para siempre.
EL HALLAZGO EN LA CUEVA
La desaparición de los amigos llevó al párroco de Zacatecas, Fray Buena Ventura, a organizar una expedición al lugar. Lo que encontraron al llegar a la cueva fue aterrador: decenas de cadáveres, víctimas de la misteriosa maldición. Dentro, hallaron a Gildardo enloquecido, aferrado a la piedra dorada.
Fray Buena Ventura, armado con agua bendita, un rosario y su fe, logró neutralizar la maldición. La piedra perdió su brillante color dorado, transformándose en una oscura roca negra que fue trasladada a la Catedral de Zacatecas, donde permanece como un recordatorio de los peligros de la codicia.
¿DÓNDE VER LA PIEDRA NEGRA?
Hoy en día, la Piedra Negra puede observarse incrustada en un muro exterior de la Catedral de Zacatecas, visible desde la Calle del Ángel. Cerca de ella, una pequeña campana agrega un toque de misterio, pues se dice que suena de manera inexplicable si alguien se acerca demasiado.
Esta leyenda no solo es parte del rico acervo cultural de Zacatecas, sino que también invita a los visitantes a explorar los secretos de la catedral, un sitio lleno de historia, arte y misticismo.