Cada ingrediente utilizado en este postre que se suele consumir en Semana Santa tiene un simbolismo relacionado con la Pasión de Cristo
Por: Andrés Manuel Contreras Alaniz
En Semana Santa, uno de los postres más emblemáticos que se disfrutan en diferentes regiones de México, incluyendo Sonora, es la capirotada. Este manjar, que fusiona sabores dulces y texturas crujientes, tiene profundas raíces en la cultura mexicana y española.
En el noroeste del país, específicamente en el estado de Sonora, la capirotada adquiere un sabor y una preparación única.
Se elabora principalmente con pan de bolillo o torcido, según sea la región donde se encuentre, el cual se corta en rebanadas y se tuesta en el horno o en la sartén hasta lograr una textura crujiente y dorada.
Además del pan, se añaden una variedad de frutas secas como pasas, nueces y cacahuates.
CAPIROTADA EN SEMANA SANTA
La tradición de preparar capirotada durante la Semana Santa tiene profundas raíces en la cultura española y se ha arraigado en varios países latinoamericanos, entre ellos México.
Según información proporcionada por el portal Directo al Paladar, cada ingrediente utilizado en la capirotada tiene un simbolismo relacionado con la pasión de Cristo.
Por ejemplo, el pan representaría el cuerpo de Cristo; el jarabe de piloncillo simboliza la dulzura de la gracia divina, las pasas representan las lágrimas de la Virgen María; los clavos de olor hacen alusión a los clavos de la crucifixión y la canela simboliza la corona de espinas.
Incluso el nombre "capirotada" deriva del término "capirote", que hace referencia a una capucha o tocado utilizado en la Edad Media como símbolo de penitencia.
La capirotada, en sí misma, se considera un postre de penitencia, ya que se prepara tradicionalmente con pan seco, lo que representa la humildad y la penitencia.
TRADICIÓN HISTÓRICA
Con cada bocado de este postre, se rememoran tanto los eventos bíblicos como las tradiciones históricas que han dado forma a la rica cultura culinaria de México.
En Sonora, la capirotada sigue siendo un símbolo de unión familiar y celebración durante la temporada de Cuaresma, compartiendo no solo su exquisito sabor, sino también su significado religioso y cultural.