El presidente ha reiterado que esta medida responde a una estrategia de seguridad fronteriza, que busca proteger el territorio de EE. UU.
Por: César Omar Leyva
El gobierno de Donald Trump ha dado la orden de enviar mil 500 soldados adicionales a la frontera sur de Estados Unidos con México, como parte de un esfuerzo por reforzar la seguridad nacional.
La medida podría anticipar el despliegue de hasta 10 mil efectivos más en las próximas semanas, según reportó CNN.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt , confirmó el número de tropas que se desplegarán, sumándose a las 2 mil 200 fuerzas ya presentes en la región como parte de la Fuerza de Tarea Conjunta Norte.
Estas fuerzas en su mayoría apoyan a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU., realizando funciones logísticas, de monitoreo y mantenimiento.
El despliegue incluye a marines de Camp Pendleton y la Primera División de Marines de San Diego, quienes llegarán a la frontera en las próximas horas para ofrecer apoyo operativo y de contingencia a largo plazo.
El presidente Trump ha reiterado que esta medida responde a una estrategia integral de seguridad fronteriza, que busca proteger el territorio estadounidense frente a posibles amenazas.
TECNOLOGÍAS PARA MEJORAR EL CONTROL
Además de las tropas, se están implementando nuevas tecnologías para mejorar el control en los puntos de entrada y fortalecer los protocolos de inspección. La orden ejecutiva también establece que las fuerzas armadas actúen como una unidad flexible, lista para movilizarse según las necesidades cambiantes en la zona.
Mientras tanto, críticos del gobierno han señalado que el despliegue militar podría intensificar las tensiones en la frontera y complicar aún más las relaciones bilaterales con México.
Algunos expertos en seguridad cuestionan la efectividad de este enfoque, argumentando que la cooperación internacional y el reforzamiento de los sistemas migratorios son estrategias más eficaces para abordar los problemas en la región.
Sin embargo, la administración Trump mantiene su postura de priorizar la seguridad y la protección de la soberanía nacional.