Con estas recomendaciones, el nuevo ciclo escolar puede ser una oportunidad para asegurar que los niños disfruten y reciban los nutrientes necesarios
Por: Araceli Rodríguez
Con el inicio del ciclo escolar, muchos padres y madres se enfrentan al desafío de armar un lunch que no solo sea apetitoso para sus hijos, sino también nutritivo.
Para brindar una guía sobre cómo lograrlo, platicamos con la doctora Elvira Sandoval, jefa de la Licenciatura en Ciencias de la Nutrición Humana de la Facultad de Medicina de la UNAM, quien compartió valiosos consejos para preparar un lunch escolar equilibrado.
La doctora Sandoval destaca la importancia de incluir una variedad de alimentos en el lunch de los niños, adaptándolos a sus gustos y a la época del año.
Para los menores en nivel preescolar y primaria, recomienda incorporar frutas y verduras cortadas en trozos pequeños para facilitar su consumo durante el recreo. También sugiere incluir una fuente de proteína de origen animal, como pollo, huevo o queso, para asegurar un aporte adecuado de nutrientes.
“La recomendación es que cada lunch contenga al menos una verdura o fruta cruda, ya que estos alimentos son ricos en fibra y minerales esenciales para el desarrollo. Además, es crucial añadir una proteína para balancear la alimentación”, explica la especialista.
ALIMENTOS Y PORCIONES ADECUADAS
Para los cereales, se recomienda optar por galletas no procesadas, tostadas de maíz y pan integral. La cantidad de estos alimentos debe ajustarse a la edad y el apetito del niño, ya que las necesidades varían según el desarrollo individual.
La doctora Sandoval aclara que no existe una fórmula única para las porciones, ya que estas deben adaptarse a la etapa de crecimiento y desarrollo de cada niño. “Lo importante es que el niño se sienta satisfecho sin estar demasiado lleno, para que pueda realizar sus actividades con energía”, señala.
LÁCTEOS Y ALTERNATIVAS
Sobre los lácteos, la doctora Sandoval recomienda moderación. Aunque productos como el queso fresco, la crema y el yogur pueden ser incluidos en el lunch, deben consumirse en pequeñas cantidades debido a su alto contenido de grasa.
Además, advierte que la leche no es indispensable después de los dos años y que otras alternativas pueden ser preferibles.
DULCES Y VITAMINAS
La doctora Sandoval reconoce que los dulces son difíciles de evitar, pero aconseja enseñar a los niños a consumirlos con moderación.
Para un toque dulce en el lunch, sugiere opciones más saludables como barras de amaranto, alegría (sin chocolate), cocada o frutas con crema sin azúcar.
Finalmente, la especialista aclara que la suplementación vitamínica no es necesaria para la mayoría de los niños si siguen una dieta equilibrada.
Las vitaminas deben ser consideradas solo bajo recomendación de un profesional si existe una deficiencia específica o una condición médica que lo justifique.