Esta leyenda es una de las más famosas en México, que aunque se remonta a la época colonial, sigue vigente por generaciones
Por: Jhoanna Ontiveros Peraza
En México, pocas leyendas son tan emblemáticas y aterradoras como la de La Llorona, una figura que ha trascendido generaciones y fronteras para convertirse en un símbolo del folclore nacional.
Su historia, repleta de tragedia, culpa y un eco eterno de lamentos, se remonta a la época colonial, aunque sigue vigente en el imaginario colectivo.
¿CUÁL ES EL ORIGEN DE LA LEYENDA DE LA LLORONA?
La versión más conocida de esta leyenda cuenta la trágica historia de María, una joven humilde cuya belleza deslumbraba a todos en su pueblo. Durante la época colonial, María se enamoró de un hombre rico y apuesto, pero su amor no fue correspondido. A pesar de la falta de reciprocidad, tuvieron tres hijos juntos. Con el tiempo, el hombre abandonó a María para casarse con una mujer de su misma clase social, lo que desató en ella una profunda desesperación y furia.
En un acto de locura, María ahogó a sus hijos en un río cercano como una forma de venganza contra el hombre que la había despreciado. Sin embargo, tras cometer el atroz acto, fue consumida por el remordimiento y el dolor. Desde entonces, su espíritu quedó condenado a vagar eternamente, buscando a sus hijos, mientras emite su icónico y desgarrador lamento: "¡Ay, mis hijos!".
La leyenda no solo advierte sobre su presencia en ríos, lagos y arroyos, sino que también la relaciona con tragedias y desastres. Aunque hay quienes asocian esta historia con personajes históricos como La Malinche y Hernán Cortés, no existen evidencias concretas que respalden esta teoría.
¿DÓNDE SE ENCUENTRA SU TUMBA?
El Pueblo Mágico de Dolores Hidalgo, Guanajuato, guarda un macabro secreto que ha alimentado esta leyenda: la supuesta tumba de La Llorona. Según los lugareños, su presencia atormentaba tanto a los habitantes que incluso representantes del Vaticano acudieron para realizar exorcismos en el área.
En la Hacienda Siete Reales, ubicada en la carretera entre Guanajuato y Dolores Hidalgo, se encuentra una cripta que, según la tradición local, alberga los restos de La Llorona. La estructura lleva inscrita la fecha de septiembre de 1913, aunque las leyendas indican que los lamentos en esta región se remontan al año 1850.
Para contener su espíritu, en 1963 el propietario de las tierras colocó una cruz de gran tamaño sobre la tumba, pero un rayo durante una tormenta terminó destruyéndola, dejando la leyenda más viva que nunca.
No obstante, este no es el único lugar que reclama ser el último reposo de La Llorona. Algunos aseguran que su tumba verdadera se encuentra en el Panteón Dolores de Jerez, Zacatecas, mientras que otros afirman haber escuchado su lamento en distintas regiones del país.
La leyenda de La Llorona sigue viva, cautivando y aterrorizando a quienes la escuchan. Ya sea como una advertencia, un relato de arrepentimiento o un símbolo de las penas humanas, su figura permanece como una de las narrativas más profundas y conmovedoras de México.