Histórico nombramiento: Sor Simona Brambilla, primera mujer en dirigir un Dicasterio El Vaticano

El Papa no concede a las mujeres el papel de obispo ni similares, sino que otorga funciones específicas de liderazgo dentro de la Iglesia

Por: César Omar Leyva

En un avance significativo en la inclusión de las mujeres en la toma de decisiones dentro de la Iglesia Católica, el Papa Francisco ha nombrado a Sor Simona Brambilla como la primera mujer en liderar el Dicasterio para la Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica del Vaticano.

Esta decisión resalta el compromiso del pontífice por permitir una mayor participación femenina en cargos de responsabilidad dentro de la Curia Romana, aunque subraya que no existe posibilidad de que las mujeres sean ordenadas como diáconos o sacerdotes.

Sor Simona Brambilla, quien en marzo de 2025 celebrará su cumpleaños 60, asumió recientemente este cargo histórico tras haber sido secretaria del mismo Dicasterio desde octubre de 2023.

A lo largo de su carrera, la hermana Brambilla ha demostrado un profundo compromiso con la vida consagrada y la misión evangelizadora, destacándose en su labor como superiora general de las Misioneras de la Consolata en Italia y su experiencia misionera en Mozambique.

ESFUERZO DE LA IGLESIA POR PROMOVER EQUIDAD DE GÉNERO

El Papa Francisco también ha designado al Cardenal Ángel Fernández Artime como pro-prefecto de este Dicasterio, marcando una colaboración entre una mujer y un hombre en la dirección de un área tan crucial para la Iglesia. Esta iniciativa se enmarca dentro de los esfuerzos de la Iglesia por promover la equidad de género, especialmente en áreas de liderazgo.

Aunque el nombramiento de Sor Simona Brambilla ha sido recibido con entusiasmo como un reconocimiento al papel de las mujeres en la Iglesia, se ha dejado claro que su función como Prefecta no implica ninguna ordenación o función sacerdotal.

De acuerdo con el padre José María Romero, Vicario para la Vida Consagrada de la Arquidiócesis de México, el Papa no concede a las mujeres el papel de obispo ni similares, sino que otorga funciones específicas de liderazgo dentro del Dicasterio para promover la vida consagrada y los consejos evangélicos, como la pobreza, la castidad y la obediencia.

Este nombramiento refleja el continuo cambio dentro de la Iglesia bajo el liderazgo de Francisco, quien ha abierto nuevas puertas para las mujeres, mientras reafirma los límites doctrinales sobre el sacerdocio.