Ponerle un alto es un procedimiento complicado que demanda un compromiso de toda la sociedad. Es complicado volver a su vida y recuperar su niñez
Por: Brayam Chávez
El 12 de febrero se conmemora el Día Internacional contra el Uso de Niños Soldado, también denominado Día de las Manos Rojas, un día establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con el fin de recordar la urgencia de poner fin a la dramática situación en la que se encuentran cerca de 300 mil niños y niñas en, al menos, veinte naciones en guerra.
¿QUÉ CONLLEVA SER UN NIÑO SOLDADO?
Es crucial comprender que el concepto de niño o niña soldado no solo abarca a los menores de 18 años involucrados en conflictos bélicos, sino también a aquellos que desempeñan distintas funciones como la instalación de minas antipersonas o explosivos, el espionaje, la cocina, el porteo y la explotación sexual.
Esta confusión acerca del término de “niño soldado” ha llevado a que las niñas sean relegadas a un segundo plano, cuando la verdad es que también son reclutadas —usualmente con fines sexuales o para forzarlas a contraer matrimonio—.
Estas agresiones sexuales pueden ocasionar graves lesiones físicas y embarazos obligados, además del contagio de VIH y otras numerosas enfermedades de transmisión sexual, lo que las condena a la marginación y, en numerosas situaciones, a la prostitución, con el fin de sobrevivir a sí mismas y a los hijos que nacen después de los abusos.
Numerosos de estos niños han sufrido o presenciado actos de una brutalidad inimaginable, o han sido forzados a involucrarse en estos. Como ilustración de esto, hallamos que en Irak y Siria, niños de solo 12 años están siendo educados en el ámbito militar y han sido empleados como informantes, para llevar a cabo patrullas, incorporarse a puestos de control y proteger sitios de importancia.
En ciertas situaciones, han sido empleados como terroristas suicidas y para realizar ejecuciones; mientras que en la República Centroafricana, niños y niñas de hasta 8 años han sido reclutados y empleados por todos los actores involucrados en el conflicto para involucrarse directamente en actos de violencia interétnica y religiosa.