La combinación de un tema infantil con imágenes de detenciones y acusaciones criminales ha despertado críticas en redes sociales
Por: Brayam Chávez
El gobierno de Estados Unidos volvió a generar controversia tras difundir un video donde se muestran redadas contra migrantes y presuntos criminales, acompañado del icónico tema de la serie japonesa Pokémon. La grabación fue compartida por el Departamento de Seguridad, a cargo de Kristi Noem, como parte de las políticas migratorias impulsadas durante la administración de Donald Trump.
En el clip, mientras se escuchan las frases "¡Pokémon, tengo que atraparlos!" y "Gotta catch 'em all!", se observa cómo agentes detienen a personas migrantes, comparándolos con personajes de la famosa caricatura.
LOS NOMBRES QUE APARECEN EN EL VIDEO
Dentro del material, se exhibe a Carlos Mendoza Martínez, identificado como miembro de la pandilla Norteños, quien fue declarado culpable de homicidio involuntario en Carolina del Norte. También aparece Moisés López Zepeda, señalado por un caso de homicidio involuntario en estado de ebriedad en Texas, con una condena de 12 años de prisión.
Ambos casos son presentados bajo el lema de ser "lo peor de lo peor", etiqueta con la que las autoridades estadounidenses justificaron su exposición pública.
¿QUÉ PASÓ EL 22 DE SEPTIEMBRE?
El lunes 22 de septiembre, la cuenta oficial de Homeland Security en X compartió la grabación donde se observa a agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) realizando operativos en distintos puntos del país.
El video no solo utiliza la canción del opening original de Pokémon, también muestra a los detenidos como si fueran cartas coleccionables, incluyendo su nombre, nacionalidad, el crimen por el que fueron acusados y el lugar de arresto.
LA ESTRATEGIA Y LAS CRÍTICAS
La combinación de un tema infantil con imágenes de detenciones y acusaciones criminales ha despertado críticas en redes sociales. Para muchos, se trata de una banalización de un tema sensible como la migración, mientras que otros lo ven como un intento propagandístico de mostrar mano dura contra quienes califican como "peligrosos".
Esta estrategia refuerza la línea antiinmigrante que ha marcado la política de Donald Trump desde el inicio de su mandato, y que continúa generando debate tanto dentro como fuera de Estados Unidos.