Incluir comidas ricas en ácidos grasos esenciales en la dieta, puede ser una estrategia efectiva para complementar los tratamientos tradicionales
Por: Araceli Rodríguez
El acné, una condición de la piel que afecta a millones de personas en todo el mundo, es especialmente prevalente durante la adolescencia y puede causar grandes complejos emocionales. Sin embargo, un estudio reciente realizado por la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich en Alemania ofrece nuevas perspectivas sobre cómo una dieta específica puede complementar los tratamientos convencionales para esta afección.
Publicada en la Journal of Cosmetic Dermatology, la investigación revela que seguir una dieta mediterránea rica en ácidos grasos omega-3 puede reducir significativamente la gravedad del acné y otras lesiones cutáneas.
En el estudio, se reclutaron 60 participantes con bajos niveles de estos ácidos grasos esenciales. Tras modificar su dieta e incorporar suplementos de omega-3, los resultados mostraron una notable disminución en la severidad del acné.
La doctora Anne Guertler, autora principal del estudio y miembro del equipo de investigación de la Universidad Ludwig Maximilian, subraya la importancia de considerar los cambios en el estilo de vida, como las recomendaciones dietéticas, como un complemento valioso a los tratamientos farmacológicos.
“Las intervenciones relacionadas con el estilo de vida, incluidas las recomendaciones dietéticas, no deben considerarse como algo que se oponga a los medicamentos recetados, sino como un complemento valioso a cualquier plan de tratamiento moderno para el acné,” afirma Guertler.
¿CÓMO SE DESARROLLA EL ACNÉ?
El acné ocurre cuando los folículos pilosos de la piel se obstruyen con aceite y células muertas, lo que puede causar comedones, espinillas, puntos negros y nódulos dolorosos. Aunque es más común en la cara, el acné puede aparecer en el cuello, pecho, espalda y hombros.
Entre los factores que contribuyen al acné se incluyen los cambios hormonales, la predisposición genética, el uso de ciertos cosméticos y la acumulación de bacterias en los poros.
Aunque los adolescentes son particularmente vulnerables debido a los cambios hormonales que aumentan la producción de sebo, el acné puede persistir en la adultez y afectar a personas de todas las edades.
ALIMENTOS QUE AYUDAN A REDUCIR EL ACNÉ
En términos de dieta, los ácidos grasos omega-3 juegan un papel importante. Estos nutrientes, que el cuerpo no puede sintetizar por sí mismo, deben obtenerse a través de la alimentación.
Los pescados grasos como el salmón, la caballa y las sardinas son ricos en dos tipos principales de omega-3: el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA). Estos componentes no solo son vitales para la salud cardiovascular y cerebral, sino que también ayudan a reducir la inflamación en el cuerpo.
Además de los pescados grasos, las semillas de lino y chía son excelentes fuentes vegetales de omega-3, al igual que las nueces. Estos alimentos aportan ácido alfa-linolénico (ALA), que el cuerpo puede convertir en EPA y DHA, aunque en menor cantidad.
Incorporar una cucharada de semillas de lino molidas o de chía en yogures, batidos o ensaladas puede ser una forma efectiva de aumentar el consumo de omega-3.
Los aceites vegetales como el de linaza, canola y soya, así como alimentos fortificados con omega-3, como la leche y los huevos, también ofrecen formas prácticas de integrar estos nutrientes en la dieta diaria.