Carín León lanza video rindiendo homenaje al Eterno Enamorado de Hermosillo

Se trata de una de las leyendas urbanas más queridas, la historia de Arturo Chávez Olivarría, quien perdió a su prometida antes de su boda

Por: Luis Flores

Carín León retrató una historia muy reconocida para los hermosillenses en su más reciente video musical "Por La Suave", una producción que no solo destaca por su calidad visual y narrativa emotiva, sino también por rendir tributo a una de las leyendas urbanas más queridas: la historia de Arturo Chávez Olivarría, conocido como el Eterno Enamorado.

El videoclip de Por La Suave estuvo a cargo del colectivo sonorense Cachora Films, y destaca por su factura estética y su fidelidad emocional al relato que representa.

CLARIDAD

Bajo la dirección de Pablo Celaya y la dirección de fotografía de Alejandro Romeu, el video retrata con delicadeza la historia de Arturo, utilizando locaciones reales del centro de Hermosillo y cuidando cada detalle del vestuario y la escenografía, a cargo de Arantxa Murrieta.

Cabe destacar que, la producción fue liderada por Gilbran Kran Rosas, mientras que el elenco incluye las actuaciones de Daniel Borbón y Claudia F. Verdugo, quienes interpretan a los personajes principales de la historia. El videoclip no solo cuenta una historia, sino que invita a reflexionar sobre el poder del amor y la forma en que puede manifestarse incluso después de la muerte.

¿CUÁL ES LA HISTORIA?

Arturo, originario de Cananea, Sonora, se volvió parte del imaginario colectivo hermosillense en los años 80, cuando comenzó a visitar diariamente una tienda de vestidos de novia para contemplar, hablar y cantar a un maniquí vestido con un vestido blanco.

El hombre perdió a su prometida Esmeralda antes de su boda, y vio en aquel maniquí la representación viva de su amor interrumpido. Desde entonces, su devoción lo convirtió en una figura entrañable para la ciudad.

PANORAMA

La historia del Eterno Enamorado ha sido contada por generaciones en Hermosillo, su imagen es reconocida por quienes lo vieron día tras día frente a la tienda de vestidos ubicada en la calle Heriberto Aja, casi en el cruce con el bulevar Rodríguez.

Según relatos locales, el Eterno Enamorado llegó a rechazar el maniquí cuando la dueña del negocio se lo ofreció sin su vestido de novia, pues lo que él amaba no era el objeto, sino el símbolo que representaba: la imagen de Esmeralda el día de su boda.