Como parte de una protesta pacífica, decenas de velas fueron encendidas por jueces y trabajadores afuera del edificio
Por: Roke Arballo
Empleados del Juzgado Séptimo de Distrito y ciudadanos en general, dejaron de manifiesto una vez más su inconformidad hacia la reforma al Poder Judicial de la Federación.
Vestidos de negro, los asistentes a la protesta pacífica realizada la tarde de este martes, encendieron velas frente al edificio que se ubica en calles Náinari y Sahuaripa, buscando hacerse notar, y ser escuchados, ya que, señalan que, de aprobarse la reforma, se afectaría negativamente a la impartición de justicia.
Lo anterior, sucedió luego de que el pasado 19 de agosto, el personal administrativo de ese recinto suspendiera labores de manera indefinida, tal y como ocurrió en otros juzgados de distintos puntos del País, donde se rechaza la reforma antes mencionada.
MANIFESTACIÓN PACÍFICA
Para la atención de casos urgentes, solo los juzgadores establecieron guardias, con el objetivo de no negar el derecho de acceso a la justicia que tiene la ciudadanía.
“Estamos replicando un acto que se ha llevado a cabo en distintas ciudades, en donde se hace esta manifestación pacífica para demostrar nuestra inconformidad con esta reforma judicial, no estamos en paro, es una resistencia”, mencionó Jazmín Angélica Murillo Badilla.
La juez Séptimo de Distrito en Sonora, agregó que, el lunes aprobó el dictamen en la Cámara de Puntos Constitucionales, que le da entrada a esta Reforma Judicial.
“Aquí estamos preocupados no por derechos laborales, no por mi cargo de juez, estamos preocupados por los mecanismos para hacer valer derechos fundamentales, por uno de los pilares fundamentales que son los contrapesos, ¿sin el poder judicial, a quien acudes?”, expresó Murillo Badilla.
También argumentó que, de aprobarse la elección popular de jueces, estos podrían deberse a su popularidad, porque tratarían de quedar bien con la gente que votó por ellos.
Por último, la juez dijo que, aunque los derechos laborales no son prioridad en sus movimientos, si se verían afectados.
“Los derechos laborales si se trastocan después, con una destitución masiva de jueces, y ya ha habido condenas internacionales por la corte interamericana de derechos humanos, de la cual, México acepto su competencia en 1998, donde dice que eso es un acto ilícito que ataca la independencia e imparcialidad de un juez”, finalizó.