San Alejo nació en una familia poderosa y adinerada en la antigua Roma. Hijo único del senador Eufemiano, él era de los pocos privilegiados, ya que tenía todo para ser feliz, riquezas, prestigio y, el día de su boda, un futuro prometedor. Pero algo más grande lo llamaba. Siguiendo el ejemplo de Abraham, abandonó todo su hogar, su esposa y su fortuna para entregarse por completo a Dios.
Alejo emprendió un viaje hacia Oriente, llegando hasta Edesa, una ciudad vibrante de fe y peregrinación. Ahí, en medio del humo del incienso y las personas que veneraban las reliquias del Apóstol Tomás, llevó una vida en completo anonimato, dedicado a la oración. Pero los milagros que ocurrían a su alrededor lo delataron, obligándolo a huir una vez más para evitar la fama.
EL REGRESO SECRETO A ROMA
Tras años de peregrinación, Alejo volvió a Roma, pero no como el hijo pródigo, sino como un pordiosero desconocido. Su propio padre, que nunca dejó de buscarlo en tierras lejanas, no lo reconoció cuando lo acogió por caridad, dándole refugio bajo las escaleras de su mansión. Durante diecisiete años, Alejo vivió allí, soportando los maltratos de los sirvientes y el olvido de su familia, mientras su fe y humildad crecían en silencio.
Te podría interesar: Traducen el Nican Mopohua a lenguas indígenas de Sonora para preservar la fe y la cultura originaria
El día de su muerte, encontraron en su mano una carta que revelaba su verdadera identidad. Sus padres y su esposa, al leerla, comprendieron demasiado tarde que el mendigo al que habían ignorado era su amado Alejo, quien había elegido la pobreza y el anonimato por amor a Dios.
UN LEGADO DE HUMILDAD
San Alejo no fue el único santo que eligió la vida simple y sin lujos, como camino espiritual, Benito José Labre siguió sus pasos siglos después, pero su historia es única; vivió como un desconocido en su propia casa, demostrando que la verdadera riqueza está en el corazón.
SANTOS QUE CELEBRAN SU DÍA HOY:
- San Ennodio
- Santa Marcelina de Milán
- San Colmano de Irlanda
- Santa Eduvigis de Polonia
- San Fredegando
- San Jacinto de Amastris
- San Kenelmo
- San León IV papa
- Beato Pablo Gojdich
- San Teodosio de Auxerre
- Beata Teresa de San Agustín Lindoine y compañeras
