Eliminar el sarro y la cal acumulados en la mampara del baño puede parecer una tarea imposible, pero un experto químico advierte que, con los métodos correctos, es posible restaurar el brillo del cristal sin dañarlo. A través de su cuenta de Instagram, @renovandoconideas, este especialista en limpieza explica los errores más comunes y cómo evitarlos.
El problema principal es que las manchas no provienen de una sola fuente: se trata de una combinación de residuos orgánicos —como jabón y champú— con minerales como calcio y magnesio presentes en el agua. Al mezclarse, forman el estearato, un compuesto graso y resistente que se adhiere con fuerza a la superficie del vidrio.
"La mayoría de los productos de limpieza solo eliminan una parte de la suciedad. Por eso no funcionan del todo bien", explica el experto.

EL MÉTODO EN DOS PASOS PARA UNA LIMPIEZA EFICAZ
Para eliminar estas manchas de forma definitiva, el especialista recomienda un procedimiento en dos fases:
- Desengrasar: Aplicar un producto con tensioactivos, como un desengrasante o una mezcla de agua caliente con lavavajillas. Dejar actuar unos minutos y frotar suavemente.
- Disolver la cal: Después de retirar la grasa, aplicar vinagre de limpieza o ácido cítrico para romper los cristales minerales incrustados. Finalmente, enjuagar bien y secar con un paño de microfibra.

EL RIESGO DE DEJAR PASAR EL TIEMPO
El experto advierte que, si no se limpia a tiempo, los residuos pueden causar grabado químico en el vidrio, un daño irreversible que se produce cuando el ácido formado ataca el sílice del cristal. En esos casos, la única solución es pulir el vidrio profesionalmente con óxido de cerio, un proceso delicado y costoso.
En resumen, ignorar estas manchas puede convertirse en un problema mayor. Una limpieza periódica y con los productos adecuados no solo mejora la estética del baño, sino que también protege las superficies a largo plazo.