Hygge: El secreto danés para sentirse feliz en los días más fríos del invierno

Dinamarca aparezca en los primeros lugares del World Happiness Report, el ranking mundial de los países más felices, lo cual, no es una casualidad

Hygge: El secreto danés para sentirse feliz en los días más fríos del invierno

En países tan fríos como Dinamarca, cuando llega el invierno y las temperaturas bajan, la gente no se queja del frío: lo celebra. Pero ¿cómo es esto posible en un lugar donde se llega a niveles mínimos por debajo de los 0 grados?

¿QUÉ ES EL HYGGE Y DE DÓNDE SURGE?

El hygge, es un concepto profundamente arraigado en la cultura danesa que busca crear bienestar, confort y conexión emocional en los momentos más simples.

Se pronuncia "hu-ga" y aunque muchos lo traducen como "acogedor", su significado real es mucho más amplio: es una filosofía de vida que enseña a disfrutar las cosas pequeñas, a relajarse y sentirse en paz, incluso cuando afuera todo parece gris.

El hygge tiene su origen en una palabra noruega que significa "bienestar" y comenzó a utilizarse en Dinamarca en el siglo XIX. Desde entonces, se ha convertido en parte esencial de la identidad del país.

El adjetivo de hygge es hyggeligt, una palabra que en Dinamarca se usa como cumplido, por ejemplo, al agradecer una cena agradable o una tarde placentera. No distingue clases sociales ni edades: todos pueden practicarlo, desde un estudiante hasta un alcalde.

No es casualidad que, año tras año, Dinamarca aparezca en los primeros lugares del World Happiness Report, el ranking mundial de los países más felices. Su secreto no está en el dinero ni en el clima, sino en su capacidad de crear momentos de calma y placer cotidiano, justo lo que el hygge representa.

¿CÓMO SE VIVE EL HYGGE?

Puede ser tan simple como sentarse frente a la chimenea con una bebida caliente, ver una película bajo una manta gruesa, leer un libro con luz tenue o compartir una cena casera con amigos.

La clave está en la atmósfera: espacios cálidos, iluminación suave, velas, mantas, texturas naturales y comida reconfortante. Todo lo que invite a relajarse y sentirse "en casa".

Sin embargo, el hygge también es una actitud mental. Significa bajar el ritmo, disfrutar del presente y dejar de lado la culpa o las exigencias.

La escritora Helen Russell, autora del libro The Year of Living Danishly, explica que el hygge trata de "ser bueno contigo mismo, de consentirte sin excesos y disfrutar de lo que tienes".

Por eso, en Dinamarca no hay una obsesión por las dietas estrictas o los castigos físicos: se busca el equilibrio y la amabilidad, tanto hacia uno mismo como hacia los demás. Durante el invierno, cuando los días apenas tienen cuatro horas de luz y las temperaturas rondan los 0 ºC, los daneses convierten sus hogares en refugios acogedores.

Es común reunirse en torno a una mesa, compartir galletas de canela o panes típicos, y conversar sin distracciones. La idea es reconectarse con lo humano en un entorno simple y cálido. Este estilo de vida se ha vuelto tan inspirador que muchos países intentan adoptarlo.

En ciudades como Londres o Los Ángeles han surgido cafés y panaderías temáticas donde se busca recrear el ambiente danés: luces bajas, muebles de madera, aromas a pan recién hecho y música suave.

Incluso empresas como Hygge West, en Estados Unidos, han trasladado el concepto al diseño de interiores, creando papeles tapiz y textiles que evocan esa sensación de confort.

OTROS CONCEPTOS PARECIDOS AL HYGGE

En otras culturas existen términos parecidos, como el Gemütlichkeit alemán (bienestar y calidez compartida), pero los daneses insisten en que el hygge es único, porque no sólo busca el confort físico, sino también una conexión emocional profunda. La bloguera Anna Lea West lo definió como "la intimidad del alma".

En esencia, hygge es un recordatorio de que la felicidad no depende de lo grandioso, sino de lo cotidiano: una taza de café, una conversación sin prisa, una vela encendida mientras cae la nieve.

Tal como escribió la traductora danesa Tove Maren Stakkestad: "Nunca se intentó que hygge fuera traducido. La intención es que se sienta".

En una época acelerada y digital, el hygge nos invita a detenernos y reconectar con lo más simple y humano. Porque al final, ser feliz puede ser tan fácil como encender una vela, respirar profundo y disfrutar el momento.

Marcela Islas
Marcela Islas

Egresada de Literaturas Hispánicas de la Universidad de Sonora, con experiencia en periodismo y turismo; pasión por la cultura, música y gastronomía.