Con permiso -dijo don Verraco. Y así diciendo tomó por la cintura a su mujer, la acostó sobre la alfombra de la sala y procedió ahí mismo a hacerle el...
Quizá tenía yo tres años. Me ponía frente al aparato de radio que mis padres oían en la sala y pensaba que dentro de aquella prodigiosa caja había hom...