Grande fue la sorpresa de doña Macalota cuando vio a su esposo, don Chinguetas, en el lecho conyugal acompañado no por una mujer, sino por dos. En est...
Adiós, mis 100 palomas. No somos 100. Somos éstas; más otras tantas como éstas; más la mitad de éstas; más la cuarta parte de éstas; y una más, señor ...